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l cumplimiento del bienestar animal es la nueva normalidad de la ganadería y la producción de carne, sostiene la productora Lara Giuliani. El bienestar animal es una respuesta a la ética. Los animales deben ser tratados con respeto y cuidado, y atendidos de la mejor manera posible, evitando el maltrato en los rodeos de carne o leche. Esta cultura garantizará la calidad de vida de los terneros y, por lógica, beneficia claramente a todos los productores.
Un ejemplo sin precedentes sobre producción y bienestar animal sucede en un campo ganadero de General Rivas, partido de Suipacha, ubicado al noreste de la provincia de Buenos Aires. Allí, Lara Giuliani, ingeniera agrónoma y productora ganadera, promueve la raza Aberdeen-Angus, aportándole a su potencial genético reconocido a nivel mundial, los beneficios del bienestar animal en todos sus procesos de producción.
“Dirijo y administro el campo de mi familia (La Dorada) desde el año 2017. En el establecimiento no solo criamos terneros, sino que también hacemos agricultura bajo un esquema de buenas prácticas de la mano de la empresa que compartimos con mi marido (Julián Muguerza) llamada Glimax S.R.L”, sostuvo Giuliani.
La joven profesional está convencida que el buen trato hacia el rodeo es la mejor forma de llevar adelante un emprendimiento ganadero exitoso. “Desde 2017, al estar más en contacto con los animales en el día a día, me di cuenta de que había muchas cosas que se podían cambiar en lo que respecta al bienestar animal”, sostiene la entrevistada.
“Me siguen porque no me tienen miedo. No soy una amenaza para ellas porque jamás las tratamos mal”, advirtió la ingeniera agrónoma, titular de La Dorada.
Renunciar a trabajar con perros dentro de los bretes, no utilizar picanas ni golpearlos, tampoco gritarles para apurarlos, sumado a no hacerlos correr para que no se quiebren, son algunas de las propuestas que Lara invita a que otros productores imiten.
“Debemos lograr que todos los lotes en los que se encuentren nuestros animales tengan sombra, que no estén en lugares embarrados. Contar con todas las vacunas del calendario obligatorias más las preventivas de varias enfermedades como las respiratorias en invierno, vitaminas y minerales es imprescindible”, añadió.
Además, recordó que “es fundamental” que todo el rodeo “tenga agua limpia y fresca siempre”, y que no haya alambrados rotos que puedan dañar sus ojos y piel.
Por su parte, dijo que hay que estar atentos a la hora del transporte de la hacienda, debido a que es un momento crucial. “Hay que cargar y descargar a los animales en los camiones con tranquilidad, sin apresurarlos. Nosotros usamos banderas para el manejo de los rodeos dentro de los corrales y brete”, explicó.
Asimismo, aconsejó darles una buena oferta forrajera durante todo el año para evitar pérdidas de peso excesivas que contribuyen al estrés y a la no ovulación de la hembra vacuna, entre otras variantes.
Cumplir con varios de estos puntos de bienestar animal, permite que un criador ganadero logre su objetivo: tener un ternero por vaca por año. Ese anhelo está más que asegurado en La Dorada.
“Cada animal está identificado con tatuaje y caravana que tenemos registrado en planillas. Las miramos cada vez que pasan por la manga. Cada uno tiene su historia clínica y trazabilidad. Es súper importante la identificación para tener un buen seguimiento sobre su estado sanitario y fertilidad”, recordó la ingeniera agrónoma.
En La Dorada se implementan los puntos descriptos, muy rigurosamente e incluso con inversiones que están a la vista. “Invertimos en un brete nuevo con paneles completamente ciegos y altos para que los animales no se asusten en el trayecto hacia la casilla, así como tampoco quieran escaparse cuando ven más adelante que se las vacuna o se realiza algún otro trabajo”, indicó.
Actualmente, en el establecimiento de Suipacha separan los rodeos con las puertas separadoras que están al final del brete. Esto evita todo el estrés que les genera haciéndolo a pie en un mismo corral. “De la otra manera los animales van corriendo de un lado para el otro chocándose con los otros vacunos sin saber para donde ir”, cuenta Giuliani.
“Por suerte las nuevas generaciones se preocupan muchísimo en lo que respecta a bienestar animal”, sostiene optimista la productora bonaerense. Tuvo la oportunidad de brindar charlas a varias organizaciones de productores sobre esta temática, entre ellas el Ateneo de la Sociedad Rural Argentina (SRA), donde notó a los jóvenes de la entidad ocupados por esta tendencia.
“Me encanta que los hijos de los actuales productores se concienticen en que a los animales hay que tratarlos con respeto y amor, no solo porque somos lo que comemos, sino porque hoy la cultura ha cambiado y se tiene más conciencia que a todo tipo de ser vivo hay que cuidarlo, respetarlo y tratarlo bien durante su corta o su larga vida”, explicó confirmando su amor por los animales.
El ser humano es omnívoro por naturaleza (tenemos colmillos, y estómago preparados para ingerir todo tipo de alimento, entre ellos animales y vegetales). Por ende, sostiene que “tenemos que generar nuestro propio alimento lo más saludable posible, sea vegetal o animal y eso incluye (en el caso de la cría de los animales) el bienestar animal”.
A diario, no solo se observan más jóvenes tomando el mando de las producciones de la familia a lo largo y ancho del país. También más mujeres se están animando a entrar y liderar en rubros claves del sector agropecuario, por ejemplo, la ganadería.
“Siempre estuvimos ‘acompañando’ a los hombres en el sector rural pero hoy varias están tomando el mando como yo”, manifestó Lara Giuliani con signo de alegría. “Soy hija única y mujer: otra no le queda a mi viejo”, continuó con una sonrisa la joven productora de General Rivas.
“Tuve la suerte que me gustara estudiar la carrera Ingeniería agronómica y seguir los pasos de mi familia como productora, responsabilidad que amo profundamente”, concluyó.
El ABC Rural
