Mauro Colagreco, el chef argentino que triunfa a nivel mundial, contó los secretos que permitieron que Mirazur, su restaurante estrella, se convierta en un negocio con proyección internacional. En 2012, Colagreco se convirtió en el primer chef latinoamericano en obtener dos estrellas Michelin y su establecimiento fue coronado como el Mejor Restaurante del Mundo 2019, según The Worlds Best 50 Restaurants.
Nació en la ciudad de La Plata hace 42 años, estudió gastronomía con el Gato Dumas y Beatriz Chomnalez y, en medio de la crisis argentina de fines de 2001, decidió probar suerte en Francia para estudiar en el Liceo de la Rochelle.
Su formación se dio en los mejores restaurantes franceses de la mano de cocineros consagrados como Alain Ducasse, Bernard Loiseau, Alain Passard y Guy Martin. En abril de 2006, logró abrir su restaurante propio en Menton, la Costa Azul francesa. El reconocido cocinero cuenta con la hamburguesería Carne en la Argentina; el restaurante Grand Coeur, en París; Grill 58, en Macao; y Flories, en Palm Beach, Estados Unidos, entre otros establecimientos gastronómicos en Bangkok y Beijing. Sus próximos proyectos apuntan a la apertura de una panadería y cafetería con variedades de trigo no modificadas en Francia.
Romper paradigmas desde el producto fue clave para lo que terminaría haciendo en Mirazur. Para Colagreco, la creación puede venir por varios caminos. “Tenés la creación, que puede ser un proceso de una idea que se va desarrollando y vas buscando los elementos para concretar esa idea que surge. Ese es el proceso más científico de investigación de búsqueda de un producto nuevo, pero es la menos frecuente en Mirazur. La más frecuente acá es el contacto directo con el producto: voy al mercado, miro lo que hay y veo lo que está en su apogeo, en su estado máximo. Y nosotros buscamos que la mayor parte de los productos estén en ese momento”.
6- Que nunca falte su toque personal. Colagreco decidió comenzar a cambiar procesos que eran clásicos en la cocina, rompiendo barreras tradicionales; la eliminación de un menú fijo es un ejemplo de ello. Ir a comer a Mirazur es definitivamente una sorpresa. Los platos se preparan con los ingredientes que se consiguen en la huerta o con los productores locales. El restaurante tiene 365 temporadas porque cada día es distinto; son distintos productos y diferentes comensales. “Rompimos esquemas que estaban impuestos. En las organizaciones, a veces es difícil salir de esa zona de confort. Yo no conocía el lugar ni a los productores. Iba a ver al pescador y me ofrecían cosas que nunca había visto; era una visión muy virgen del lugar. Nuestro proceso quería incorporar las cosas que íbamos descubriendo y eso nos hizo liberar. La libertad es lo que te permite expresarte sin temor. Cuando sos una persona libre, podés expresarte mejor”, asegura Colagreco.
8- No temas mezclar los ingredientes y conocer nuevos sabores. “Mirazur atravesó muchas crisis económicas. El tema de expandir el mercado fue una necesidad; salir de nuestra zona de confort fue una visión y decisión empresarial”, explicó el cocinero. Bajo esta consigna, Colagreco encabeza varias inversiones en establecimientos gastronómicos a lo largo y ancho del mundo: desarrolló la hamburguesería Carne en la Argentina junto a una de sus hermanas; tiene un restaurante en París, Grand Coeur, en la zona de Le Marais; la pizzería Pecora Negra, en Menton; y Flories, dentro del Four Seasons Resort de Palm Beach, Florida.
- Un restaurante especial: vistas inigualables de la Riviera francesa, tres niveles de huertos en cascada que producen los productos más dulces y un equipo de talentosos cocineros y personal de recepción que se combinan para hacer de en el mar, las montañas y los jardines del restaurante, incluidos los emblemáticos cítricos Mirazur la mejor experiencia de restaurante. La cocina única de Mauro Colagreco está inspirada de Menton.
- Reconocimientos y nuevos proyectos: es justo decir que 2019 es el año de Mauro Colagreco. Ascendiendo constantemente a la lista de los 50 mejores restaurantes del mundo desde su debut en el Nº 35 en 2009, Mirazur celebra diez años en el ranking al ascender al No.1. El galardón coincide con que el restaurante finalmente logre las codiciadas tres estrellas Michelin, así como el comienzo de un proyecto de renovación de tres años que involucra un nuevo comedor, extensiones a los huertos y una experiencia gastronómica más inmersiva.
- El menú: Mirazur cuenta con la particularidad de no tener un menú fijo, sino que cambia todos los días. Lo más reconocido y destacado del menú de degustación incluye remolacha con costra de sal del jardín con crema de caviar, huevos del gallinero –cuando recorra los jardines, esté atento a la gallina premiada, Tina Turner– con anguila ahumada y avellanas, y un brioche de papas con huevo derretido y trufa blanca. El pan perfecto para compartir del restaurante está impregnado de jengibre y servido con un poema de Pablo Neruda.