l ántrax o carbunclo es una enfermedad zoonótica infecciosa producida por la bacteria Bacillus anthracis, que afecta principalmente a los rumiantes, aunque también puede afectar a otros animales y a las personas.
Una detección temprana por parte de productores y veterinarios resulta fundamental para mejorar la sanidad de los animales, los índices productivos y el acceso a los mercados internacionales.
A continuación, las recomendaciones del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) para prevenir el ántrax.
El principal signo de carbunclo en los bovinos es la muerte súbita con sangre sin coagular en los orificios naturales (boca, nariz y ano). En los caballos, es posible observar signos clínicos como edemas en cuello y abdomen, así como trastornos digestivos, cólicos y fiebre. En los porcinos, se da una evolución más lenta de la enfermedad, con edemas en la zona del cuello.
Las personas se contagian cuando manipulan animales enfermos o sus restos de tres maneras: al consumir carne de animales enfermos (carbunclo digestivo o intestinal), al inhalar esporos (la forma de resistencia de la bacteria en el ambiente) dispersos en el medio (carbunclo respiratorio o pulmonar), o por penetración de estos a través de heridas en la piel (carbunclo dérmico o grano malo).
El Senasa recomienda la eliminación de los animales muertos y del material contaminado mediante el procedimiento correspondiente. Ante cualquier duda, se aconseja consultar a un veterinario y a los especialistas oficiales del organismo.
Es imprescindible tanto la vacunación del ganado en riesgo como la vacunación anual en los establecimientos agropecuarios con antecedentes de carbunclo, ya que los esporos pueden sobrevivir en el ambiente por más de 50 años.
Para las operaciones diarias dentro de los establecimientos ganaderos, se recomienda el uso de guantes para las tareas de campo y evitar compartir los cuchillos que se emplean para los trabajos con los animales.
Es importante recordar que el carbunclo se encuentra dentro del grupo de enfermedades de notificación obligatoria. Por esta razón, ante la sospecha o confirmación de algún caso en animales, los responsables de los establecimientos deben contactarse inmediatamente con el Senasa para una evaluación de las acciones a seguir.