Por Agroempresario.com
En una decisión histórica para la industria veterinaria y la bioseguridad animal, el gobierno de Canadá anunció la creación de su primer banco nacional de vacunas contra la fiebre aftosa. El proyecto, clave para prevenir un posible brote de esta enfermedad altamente contagiosa, contará con la participación destacada de la firma argentina Biogénesis Bagó SA, seleccionada en un proceso de licitación junto a la alemana Boehringer Ingelheim Salud Animal. Ambas empresas firmarán contratos de hasta 14 años con las autoridades canadienses.
El anuncio fue realizado por la Agencia Canadiense de Inspección de Alimentos (ACIA), con el respaldo de Servicios Públicos y Adquisiciones de Canadá, quienes lideraron el proceso competitivo. Se trata de un paso estratégico que busca fortalecer la capacidad de respuesta del país frente a una eventual aparición del virus de la fiebre aftosa, una de las enfermedades más temidas por el sector ganadero mundial.
Desde el organismo de inspección alimentaria destacaron que este nuevo banco de vacunas complementará el acceso ya existente a través del Banco de Vacunas contra la Fiebre Aftosa de Norteamérica. “Las iniciativas de preparación, incluida la creación de un banco canadiense de vacunas, son fundamentales para proteger a los animales y a la agricultura canadienses”, aseguraron desde la ACIA.
Biogénesis Bagó, con sede en Argentina y reconocimiento internacional por su tecnología en vacunas animales, se consolida así como un actor clave en la estrategia sanitaria del país norteamericano. Su participación reafirma el liderazgo de la biotecnología argentina en materia de sanidad animal. “Es un gran reconocimiento al trabajo que venimos realizando y a la capacidad tecnológica instalada en la región”, expresaron desde la firma.
Aunque Canadá está libre de fiebre aftosa desde 1952, las autoridades no subestiman el riesgo. Estimaciones oficiales indican que un brote podría generar pérdidas económicas de entre 22.000 y 75.000 millones de dólares canadienses, afectando no solo al sector ganadero, sino también al comercio internacional y la cadena de valor alimentaria.
La fiebre aftosa afecta a animales de pezuña hendida como bovinos, porcinos y ovinos. Causa fiebre, ampollas dolorosas y debilitamiento general, lo que deriva en pérdidas de producción, restricciones comerciales y, en muchos casos, sacrificios masivos.
En este sentido, contar con un banco nacional de vacunas ofrece una herramienta crítica de respuesta rápida. El presidente de la ACIA, Paul MacKinnon, aseguró: “Este anuncio pone de relieve nuestro compromiso con la preparación y prevención de enfermedades animales. Tener un suministro propio de vacunas permitirá reducir la propagación del virus y minimizar el impacto económico”.
La creación de este banco de vacunas es producto de una articulación entre distintos niveles del gobierno canadiense y representantes del sector agropecuario. Tyler Fulton, presidente de la Asociación Canadiense de Ganadería, celebró la medida y afirmó: “Este anuncio marca un hito en nuestro objetivo común de fortalecer la preparación del país ante la amenaza de la fiebre aftosa”.
Por su parte, René Roy, titular del Consejo Canadiense de la Carne de Cerdo, sostuvo que “el apoyo del gobierno federal demuestra que la cooperación entre Estado e industria funciona para proteger a los productores de todo el país”.
La preocupación por la fiebre aftosa no es nueva en Canadá, pero el contexto actual —con brotes recientes en Asia y un aumento en la movilidad de animales a escala global— hace que las autoridades refuercen su vigilancia. La existencia de un banco propio de antígenos y vacunas permitirá responder de forma inmediata, sin depender de acuerdos multilaterales o importaciones de emergencia.
Según el acuerdo alcanzado, los contratos adjudicados a Biogénesis Bagó y Boehringer Ingelheim Salud Animal tendrán una duración de hasta 14 años, garantizando estabilidad en el suministro y desarrollo de nuevas tecnologías de inmunización. Esto incluye no solo vacunas terminadas, sino también bancos de concentrados de antígenos, que permiten producir rápidamente vacunas específicas ante distintas cepas del virus.
“El acuerdo refuerza el rol de la ciencia y la industria farmacéutica en la defensa del sistema agroalimentario global”, afirmaron voceros del Ministerio de Agricultura de Canadá.
David Wiens, presidente de la Asociación de Productores Lecheros de Canadá, también destacó el avance. “Este anuncio fortalece nuestras defensas sanitarias y nos permite garantizar un suministro alimentario seguro para todos los canadienses. En caso de un brote, podremos minimizar el impacto y recuperar rápidamente el estatus sanitario internacional”, explicó.
Para la industria agropecuaria argentina, la noticia representa un importante respaldo a su capacidad de innovación. Biogénesis Bagó, con presencia en más de 20 países, ya había participado en el suministro de vacunas en Asia y Sudamérica. Su selección en un proyecto estratégico de un país del G7 como Canadá la posiciona como un referente global en sanidad animal.
Desde el Ministerio de Agricultura de Argentina valoraron la decisión como “una oportunidad para seguir promoviendo el desarrollo biotecnológico exportador” y un ejemplo del potencial de cooperación sanitaria internacional.
En un contexto en el que los brotes epidémicos representan una amenaza creciente para la seguridad alimentaria global, iniciativas como la de Canadá refuerzan la importancia de anticiparse a los riesgos con inversiones sostenidas, planificación y alianzas público-privadas.