Comida rápida se actualiza y suma opciones saludables al menú

La comida rápida siempre ha sido una opción salvadora, pero con alias de “chatarra” por su alta dosis de grasas y calorías. Sin embargo, la creciente conciencia sobre la importancia de llevar buenos hábitos alimenticios ha impulsado a las cadenas de fast food a buscar opciones más saludables que sigan siendo rápidas de preparar.

Recientemente, McDonald’s anunció los cambios que ofrecerá en el país en su Cajita Feliz, que tendrá 10% menos de calorías, 20% menos de grasas totales, 14% menos de grasas saturadas, 21% menos de sodio y 78% menos de azúcares añadidas.

La favorita de los chicos incluirá: hamburguesa con tomate y lechuga, acompañamiento de tomates cherry o papas kids, jugo de naranja y puré de manzana –ambos sin azúcar añadida, colorantes ni saborizantes artificiales–. Ofrecen diferentes grupos de alimentos y dicen cumplir con el balance nutricional reconocido por la Fundación Cardiológica Argentina, que los asesoró en el diseño del menú. “La nueva Cajita Feliz ofrece una comida tentadora para los niños por ser deliciosa y divertida, y para los padres, más nutritiva”, aseguró Marcelo Rabach, CEO de Arcos Dorados.

Pero ser más “verde” es un desafío de todo el sector. Al respecto, desde Subway opinaron que la oferta de alternativas sanas y nutritivas fue creciendo, en gran parte, incentivada por las nuevas generaciones. Esta cadena lanzó un sándwich de quinoa que –por ahora– es exclusivo para el mercado argentino, el cual está basado en ingredientes 100% vegetales: quinoa, mezcla de granos y especies.

Desde Burger King, quieren erradicar el estigma de “fast food is not good” (en español, “la comida rápida no es buena”). Fuentes de la compañía expresaron que están trabajando “para que todos los productos, incluyendo postres y acompañamientos, migren hacia la plataforma best in product, sin conservantes, colorantes, ni aditivos”.

Por su parte, en Mostaza se enfocan en los jóvenes. “Son factores del cambio e impulsadores de tendencia; es clave acompañarlos”, explicó el director comercial, Leandro Castorani. En esa línea, la cadena ofrece ensaladas con lechuga, zanahoria, tomate, choclo y queso tybo, a las que se les puede agregar pollo grillé o crispy.

“La alimentación saludable es una tendencia que crece, los clientes lo demandan y los franquiciados también. Eso implica que uno se vaya aggiornando”, comentaron desde la cadena de pizzerías Kentucky, que está por lanzar –a modo de prueba– opciones de ensaladas. Tampoco descartan incorporar pizzas más light, con otros tipos de masas y de quesos.

La nutricionista Sivina Tasat, de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), brindó una serie de consejos para elegir las mejores alternativas en los locales de fast food. Por ejemplo, al pedir una ensalada, es importante mirar qué ingredientes contiene. “Podés poner cosas muy saludables, como vegetales, algunas semillas, frutos secos y un pollo grillé. El problema es cuando aparecen el jamón, el queso y los aderezos”, indicó. En ese sentido, alertó: “La famosa Caesar es una trampa mortal, ya que tiene crema de anchoas, croutons de pan frito y queso parmesano, que es bastante graso”.

El pollo, según la experta, tampoco merece nuestra confianza a ciegas. “Depende de cómo esté cocido: si es una suprema a la plancha, está bien; el tema es que si está frito (el crispy) o tiene pan rallado, tipo milanesa, le estás agregando más calorías e hidratos de carbono”, explicó.

Tasat sugiere cambiar las papas fritas por una ensalada, evitar el queso cheddar –mucho más graso que el de máquina o mozzarella– y reemplazar las gaseosas por jugos o agua mineral.

Sobre la nueva Cajita Feliz, la nutricionista sostuvo que haría más cambios; por ejemplo, incorporar fibra y reemplazar directamente el jugo por agua. “Lo que deberíamos fomentar en los chicos es el consumo de agua. Los jugos artificiales, incluso los que uno exprime en casa, son agua y azúcar natural de las frutas”, detalló, y criticó la incorporación del puré de manzanas. “¿Por qué no le dan una manzana directamente?”, planteó.

No obstante, el médico Jorge Tartaglione, presidente de la Fundación Cardiológica, celebró que desde la industria se tome esta iniciativa. Además, aseguró que la única empresa que buscó asesoramiento de la ONG fue Arcos Dorados, aunque confía en que las demás seguirán el camino de mejorar nutricionalmente su oferta.

“Hay un problema gravísimo a nivel mundial que es la obesidad infantil. Se debe a varias causas: calidad de la alimentación, escasa actividad física, falta de descanso y excesivo uso de pantallas. Esto no lo soluciona un solo factor, sino que tienen que trabajar en forma conjunta las ONGs como la nuestra, el Estado y la industria”, afirmó.

Asimismo, Tartaglione aseveró que para que los cambios prosperen deben ser graduales. “Tienen que ir acostumbrándose. Acá, por ejemplo, se incluyeron vegetales en la hamburguesa, se reemplazó el postre lácteo por un puré de manzana riquísimo y el jugo de fruta es 100% natural, pero también está la opción del agua”, describió.

“Nos fue tan bien con el tabaco, que del mismo modo tenemos que trabajar en leyes en la alimentación, que cambien la manufactura, la oferta y la publicidad de los alimentos”, concluyó.