Familia Zuccardi es una compañía mendocina fundada en la década del cincuenta por Alberto Zuccardi, que desde su creación atrajo a los paladares más exigentes con sus vinos de alta gama. Con el correr de los años, pasó a ser gerenciada por sus respectivos herederos, hasta que cayó en manos de José Alberto Zuccardi, quien la dirige actualmente. La empresa emplea a más de 850 personas y cuenta con dos bodegas: Santa Julia, que es donde se producen las botellas de mayor distribución; y Zuccardi, en Valle de Uco, que se dedica a la elaboración de vinos terroir.
Pese a la crisis económica que atraviesa el país, Familia Zuccardi pudo salir adelante focalizándose en la exportación a Estados Unidos, Inglaterra y Canadá. De todas maneras, no se descuida el mercado interno, ya que consideran que para que una marca tenga éxito a nivel internacional, primero debe ser reconocida en su lugar de origen.
Según José Alberto Zuccardi, para poder exportar es preciso que los productos a comercializar sean de buena calidad, de modo que posibiliten el desarrollo de la firma. Si bien la inestabilidad argentina complica la situación, no hay que perder de vista los objetivos si se quiere llegar a buen puerto.
“Como empresa nos enfocamos en el mercado de exportación desde hace 25 años. Actualmente, alrededor del 60% de nuestras ventas corresponden a mercados externos. La Argentina es nuestro mercado principal, pero también nos dedicamos a exportar porque somos los terceros exportadores de vinos embotellados de alta gama del país”, expresó.
José Alberto Zuccardi afirmó que aunque el mercado nacional se achicó, paralelamente se produjo un fenómeno de “premiuminización” del vino, que provocó que cada vez haya más gente que toma vinos de buena calidad.
“Estamos desarrollando una política de trabajo firme, invirtiendo en mejores plantaciones y proyectos que apuntan al futuro. La Argentina tiene grandes posibilidades en el mercado de exportación, pero tenemos que asentarnos en ellos con productos de alta gama. Para eso, hay que hacer un trabajo muy importante: primero hay que lograr una mejor calidad en las botellas; y luego, hacer trabajos de comunicación y desarrollo de la marca. Nos movemos diariamente para cumplir con estas metas, aunque la inestabilidad argentina no hace fáciles las cosas”, se sinceró.
Para Zuccardi, entre 2011 y 2017, la Argentina tuvo un tipo de cambio atrasado, que recién ahora mejoró con la devaluación. Aun así, como el mercado internacional está impulsado por estándares mucho más estables, las empresas tienen que analizar que no se puede entrar o salir cuando uno quiere. “Cuando se abre un mercado hay que trabajar para mantenerse. Eso es lo que hicimos nosotros; por eso hoy tenemos un porcentaje de exportaciones tan importante”, remarcó.
En Familia Zuccardi consideran que el mercado argentino es tan importante como el internacional. Por este motivo, constantemente están desarrollando planes de comunicación que posicionen al producto. “La construcción de una marca pasa por una serie de aspectos que incluye el prestigio dentro del propio país. Nuestra etiqueta de mayor distribución dentro de Argentina es Santa Julia, que tiene inserción en varios canales, como vinotecas, supermercados y restaurantes”, alegó José Alberto.
La firma ve a la Argentina con muchísimo potencial dentro de la industria, aunque los principales exportadores –que son Francia, Italia y España– se manejan con otros parámetros, debido a que en sus países se implementan políticas para fomentar el crecimiento del sector.
“Tenemos que competir con países que tienen buena calidad, buena imagen y además, reciben subsidios como en el caso de la Unión Europea (UE). Nosotros competimos en desventaja, porque mientras ellos tienen aportes para la promoción y subsidios, nosotros tenemos retenciones. La UE apoya mucho la exportación de vinos porque es un producto de alto valor agregado que implica el trabajo de mucha gente. Asimismo, trata de comunicar una imagen positiva del país de donde proviene”, informó.
Sobre el acuerdo entre la UE y el Mercosur firmado en julio, Zuccardi aseguró que de no corregirse las asimetrías entre ambas comunidades, el pacto perjudicaría ampliamente al sector local. “Fue algo que nosotros advertimos en su momento a las autoridades encargadas de negociar y –afortunadamente– se firmó un preacuerdo que habla de plazos para la convergencia de ocho años en el vino y doce años para los espumantes. Es necesario que haya tiempo para que las diferencias se corrijan. La UE realiza subsidios por más de mil millones de euros por año solamente para el sector vitivinícola”, narró.
Entre las acciones que Familia Zuccardi está desarrollando, José Alberto destacó una alianza firmada con la aerolínea Qatar Airways por tres años, para estar presente en sus aviones durante vuelos de larga distancia. Acuerdos similares se habían realizado previamente con Latam, United, American Airlines y Lufthansa. Próximamente, esperan llegar a Air Canada y están atentos a los movimientos de otras compañías aéreas. Por otra parte, el vino conlleva una actividad que viene siendo muy explotada en todo el mundo y en nuestro país, más que nada en Mendoza, que es el enoturismo.
“Lo hemos encarado como un aspecto importante para nuestra empresa: tenemos nuestras dos bodegas abiertas al público y disponemos de tres restaurantes de primer nivel con atención diaria”, subrayó.
En cuanto a la actividad, especialistas internacionales reconocieron a la bodega Zuccardi de Valle de Uco como uno de los mejores 50 viñedos del mundo, lo que posicionó muy bien a la firma en relación a las nuevas tendencias. Además, la finca cuenta con otra práctica de gran interés vinculada a la producción de aceites de oliva bajo la marca Zuelo, dirigida por Miguel Zuccardi, el hijo menor de José Alberto.
“Tenemos dos líneas: Zuelo y Familia Zuccardi. Estamos enfocados en ofrecer una calidad súper premium, que antes ocupaba un lugar muy pequeño en la Argentina. Estamos desarrollando el mercado en base a mucho trabajo en el olivar y en lo que hace a la educación de los consumidores. Mendoza tiene mucho potencial para la producción de aceites de oliva exclusivos”, concluyó.