idra del Valle, la bebida creada hace seis décadas por Virginio Luis Saccani, renueva su concepto y apunta a los jóvenes. La historia del clásico argentino que redefine su rumbo de la mano de las nuevas generaciones.
La familia Saccani fundó hace 63 años Bodegas Cuvillier, productora de Sidra del Valle. Actualmente, la compañía es dirigida por Marcelo, Paula y Javier Sacanni, una nueva generación que decidió encarar el proceso de renovación de la marca.
En este camino, junto al cambio generacional llegó la innovación. En 2006, la firma lanzó al mercado jugos de fruta y decidió diversificar su catálogo. Con el aumento de su capacidad productiva, los Sacanni se enfocaron en una estrategia clara: desestacionalizar el consumo de sidra. En este sentido, los empresarios se sumaron a una tendencia que ya comenzaba a instalarse en Europa y Estados Unidos, que es la del consumo casual y atemporal de la sidra.
De esta manera, los jóvenes se convirtieron en el segmento a conquistar, con botellas individuales y a través de un nuevo e innovador producto: sidra en lata. Según los Sacanni, la aceptación del nuevo envase se debe a una gasificación más fina, lo que vuelve a la sidra más suave.
Desde una pequeña bodega ubicada en el Alto Valle de Río Negro donde se siguen elaborando los caldos, Sidra del Valle logró posicionarse como una firma líder en Argentina. En 1976, la empresa adquirió una planta en la localidad bonaerense de San Fernando, donde la molienda es fraccionada, embotellada, pasteurizada, y embotellada.
De Jujuy a Tierra del Fuego, Sidra del Valle es distribuida en todo el país. Por si fuera poco, su posición consolidada en el mercado le abrió las puertas de países limítrofes como Uruguay, Brasil, Chile y Paraguay.