l rol como primera mujer enóloga argentina y el estilo innovador de su Torrontés le han valido el apodo de “Reina del Torrontés”. Susana Balbo celebra más de veinte años de trabajo en la elaboración de este varietal, transformándolo en una cepa blanca emblemática de la Argentina. La vida de la pionera y empresaria, y el reconocimiento internacional a su carrera.
Luego de recibirse con honores en Enología en 1981, Susana Balbo se convirtió en la primera mujer enóloga de la Argentina y demostró con su cosecha inicial de Torrontés que había llegado al mundo del vino para romper estructuras y prejuicios.
“Soy la hija menor de una familia de ascendencia italiana, así que la primera estructura que tuve que quebrar fue la de mi familia. Yo quería estudiar física en la universidad, pero mis padres no me permitieron irme a estudiar al sur. Elegí entonces la enología, y fui la primera en mi familia en obtener un título universitario”, cuenta Susana.
La segunda estructura que rompió en aquella época fue la de las mujeres de la industria vitivinícola trabajando fuera del laboratorio. “Solo hacían microbiología. Yo quería trabajar con la uva en la bodega y en los viñedos, pero las mujeres no estaban involucradas en el proceso enológico. Esto lo conseguí en Salta, en Michel Torino”, agrega la enóloga.
Después de 20 años de producir vino para otras personas como consultora, Balbo fundó su primer bodega en Luján de Cuyo, Mendoza. Sus viñedos están plantados con Torrontés, Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Petit Verdot. Además de los vinos con su propio nombre, la empresaria también tiene una línea de vinos frutales y frescos pensados para un público joven.
En su bodega, Susana Balbo Wines, la enóloga experimenta utilizando barricas de diferentes tamaños (de 160 a 6.500 litros), probando levaduras salvajes y cultivadas. Para sus productos de alta gama, Balbo opta por diversas vasijas de fermentación, como huevos de concreto, roll fermentors, barricas presurizadas y ánforas, entre otras.
Cuando Balbo comenzó su carrera en Cafayate, el Torrontés era usado principalmente para hacer vino de mesa o para mezclar con otras uvas. En este sentido, la bodega Michel Torino le brindó la oportunidad de desarrollar vinos de alta gama. “Todos estaban haciendo vino en contacto con la piel, que resultaban bebidas amargas y rústicas. Yo comencé a hacer vinos sin contacto con piel y el producto tuvo un gran éxito en el mercado”, explica.
“En los últimos cinco años, elaboré un muy buen Torrontés fermentado en barricas, por lo que siempre estoy en la búsqueda de nuevos desafíos. Esta es una uva que puede producir vinos de alta gama, pero otras bodegas eligen hacer vinos blancos de mesa y no ir por algo más complejo. Necesitamos a más personas haciendo un estilo de Torrontés especial para que la cepa gane nombre a nivel internacional”, concluye.
No solo fue innovadora en su estilo de hacer vinos, sino que también representó internacionalmente a la industria siendo elegida por sus colegas para ocupar la presidencia de Wines of Argentina (WOFA) en tres oportunidades.
Sumado a esto, Susana Balbo fue elegida en 2015 como “Mujer del Año” y luego, en 2018, como una de las “mujeres más influyentes en el mundo del vino” por la revista The Drinks Business. Hasta la actualidad, la enóloga es la única mujer argentina seleccionada por la publicación como promotora del vino alrededor del mundo.