entro de las grandes diferencias que existen entre estas dos especies podemos citar que los ñandúes son mucho más pequeños en tamaño y por lo general no superan el 1,40 m de altura.
Esta ave alcanza su madurez sexual a los dos o tres años, pero si las condiciones de cría son óptimas pueden adelantarlas al año de edad. Durante la época reproductiva el macho se torna agresivo emitiendo fuertes bramidos y realizando elegantes movimientos con sus alas. Él es quien construye el nido, incuba los huevos y cuida a los pichones.
En Argentina existen dos especies de ñandú: el Ñandú Común (Rhea americana), que se lo puede encontrar en el norte y centro del país hasta el Río Negro, y el Ñandú Petiso o Choique (Rhea pennata), que habita las estepas alto andinas y patagónicas.
Para comenzar con esta actividad se debe contar con animales registrados y con la aprobación de las autoridades de Fauna de la provincia, ya que la extracción de huevos o animales de su hábitat natural sin autorización es fuertemente penalizada.
Se puede ingresar adquiriendo huevos, pero hay que tener en cuenta que implica el mayor riesgo para comenzar esta actividad, u obteniendo pichones de más de dos meses de edad.
Otra forma de iniciarse es adquiriendo animales juveniles y subadultos, aunque son de mayor precio, tienen menos problemas de mortandad y retornan la inversión en un tiempo menor. Por último, lo más aconsejable es que se comience en el negocio con reproductores, que, aunque son los animales más costosos, reintegran la inversión mucho más rápido y son más longevos. Se recomienda que cuando se inicia esta actividad con animales adultos hay que tener conocimiento previo o experiencia previa sobre la biología y el manejo de la especie.
Se puede utilizar el sistema extensivo, intensivo o semi-intensivo. En el sistema extensivo los animales se mantienen en potreros grandes, alimentados a pastura implantada, complementada, en algunos casos, con una ración sobre la base de grano molido o heno y los huevos son incubados por el macho. En el sistema intensivo, los animales juveniles y adultos se mantienen en corrales y los huevos son recogidos diariamente y se incuban en forma artificial.
En el sistema semi-intensivo los ñandúes se mantienen en potreros grandes (1 a 2 ha). La principal fuente de alimento en este sistema es la pastura implantada en el lote (se recomienda alfalfa o pasturas consociadas), complementada con alimento balanceado. En este sistema los huevos se recogen diariamente y se incuban de manera artificial.
Para la producción intensiva o semi-intensiva, las instalaciones necesarias son: sala de incubación, galpón o sala de cría con criadoras, corrales o potreros de recría y corrales o potreros de reproductores.
Los principales productos a obtener son la carne, el cuero, aceite, plumas, huevos y ejemplares vivos. La carne es roja y sabrosa, de bajo tenor graso y calórico y con alto contenido proteico y de ácidos grasos poliinsaturados.
El cuero posee un diseño con características distintivas que le otorgan durabilidad y flexibilidad. Se puede producir camperas, zapatos, botas, carteras, cintos, etc.
En el caso del aceite su uso puede ser muy variable, ya que puede tener fines cosméticos, medicinales y nutricionales. Las plumas pueden ser utilizadas para la confección de vestimentas y plumeros. Los huevos infértiles son vaciados y utilizados para elaborar diversos adornos y artesanías. En el caso de la comercialización de ejemplares vivos, como futuros reproductores, puede aumentar la rentabilidad de la empresa.
Sitio Argentino de Producción Animal