Con el objetivo de disminuir los desperdicios de la industria alimenticia que tanto contaminan al planeta, la empresa multinacional Ledesma desarrolló en su planta industrial de Libertador General San Martín (Jujuy) una nueva forma de hacer negocios, donde las frutas se exprimen hasta hacer rendir al máximo su jugo.
En la búsqueda por la optimización de la materia prima, cada componente tiene un uso concreto y un mercado asignado. La iniciativa de Ledesma está pensada a partir de una premisa que indica que nada se tira y que si algo puede ser reutilizado, se invierte.
La localidad jujeña donde está asentada la base, se ubica cerca del río San Lorenzo, sobre la Ruta 34 y limita con Caliegua, Caimancito y Fraile Pintado. A través de un trayecto de entre 30 y 60 kilómetros, los camiones de la firma trasladan los cítricos que más adelante se emplearán en el Complejo Agroindustrial Ledesma para elaborar jugos o aceites esenciales.
La fruta proviene de unas tres mil hectáreas de campo de Calilegua y Colonia Santa Rosa (Salta), desde donde se despachan paquetes con variedades frescas para su comercialización (ya sea interna o externa) o su industrialización. Durante la cosecha, que inicia en marzo y finaliza en octubre, se reciben unas 1.600 toneladas de fruta fresca por día entre la planta de empaque y la de jugos y aceites.
“De todo lo que producimos embalamos un tercio. De ese tercio, alrededor de un 85% se exporta”, comentó Hernán González navarro, gerente de Producción de Frutas y Jugos de la marca.
De la totalidad de cítricos que se comercializarán en fresco, la mayoría de lo que se exporta son naranjas Valencia sin semilla. El principal destino es Europa –principalmente España y Holanda–, aunque también se distribuye una parte al mercado interno para el Mercado Central y la provincia de Buenos Aires.
Todo aquello que no se embala, se industrializa. Esto quiere decir que se le extrae aceite o jugo. La primera fase se realiza con tecnología Brown, que consiste en trasladar la materia prima sobre una batea con agua compuesta por cuarenta rodillos que trabajan a distintas velocidades, donde cada uno tiene unos discos de acero dentado que giran en forma continua. “La velocidad entre los rodillos, sumado a un movimiento axial, hace que los discos pinchen la fruta y que el aceite quede emulsionado en el agua con la batea”, indicó González Navarro.
Luego, las frutas avanzan hacia otras máquinas con las que se le extrae su jugo; mientras que una vez que se ajusta su porcentaje de pulpa –mediante filtración y centrifugación-, se pasteuriza y se concentra para ser almacenado en cámaras frigoríficas que funcionan a veinte grados bajo cero. El producto final se vende como jugo concentrado congelado, que constituye un ingrediente de gran importancia para bebidas sin alcohol.
La marca destina un 75% de lo que produce en jugo (naranja y pomelo) al mercado interno; el 25% restante (limón) se exporta a Estados Unidos, Japón y Europa. Para abastecer la industria, además de plantaciones propias, Ledesma le compra un 30% más de cítricos a alrededor de 18 productores jujeños y salteños.
“Se privilegian las relaciones de largo plazo basadas en la confianza mutua, tanto en lo comercial como en la calidad de la materia prima. Todo esto se complementa con programas de auditorías a campo y análisis de residuos de pesticidas en nuestro laboratorio”, remarcó el gerente.
La sala de aceites esenciales, construida junto con la nave de extracción de jugos, fue inaugurada en abril de 2018, tras una inversión de ocho millones de dólares. “En la década de los noventa, el aceite era un subproducto. En la actualidad tiene otro valor, que derivó en nuevas inversiones. Con esta planta, la producción aumentó entre un 35 y un 40%. Antes obteníamos solo un 50% del aceite contenido en cada fruta y ahora podemos recuperar hasta un 90%. Calculamos cien toneladas más de producto por campaña con la misma cantidad de cítricos”, subrayó González Navarro.
Después de que el aceite es extraído de la cáscara, se centrifuga, descera y filtra, para luego ser envasado en su respectiva botella. El producto se caracteriza por tener un sabor amargo y un aroma altamente concentrado. El uso que se le da es bastante variado y va desde la industria alimenticia hasta la cosmética y la farmacéutica.
“El 95% se vende al exterior. Sus usos principales se destinan a lo que se denomina F&F, por las siglas en inglés de flavors and fragrances, que significa sabores y fragancias. Dentro de la industria alimentaria, los principales consumidores son las empresas de bebidas carbonatadas y los jugos. También se usa en cosmética y perfumería como aromatizante y en tratamientos de aromaterapia, porque se le atribuyen muchas propiedades terapéuticas”, cerró el gerente.
Desde hace algunos años Ledesma viene elaborando un plan de renovación para cambiar la distribución de la superficie de sus plantaciones. Según lo informado, conservarán la cantidad de naranjas Valencia, aunque tratarán de aumentar la producción de limones y pomelos.
En la actualidad, los campos están compuestos en un 62% por naranjas, un 22% por limones y un 16% por pomelos. Para 2027, la firma espera llegar a 47% de naranjas, 31% de limones y 22% de pomelos, respectivamente.
“Vemos que nuestra demanda de pomelo es muy alta y no la estamos satisfaciendo. El objetivo es crecer en limón por dos razones: porque tenemos una capacidad ociosa que queremos aprovechar y porque la Argentina es el primer productor de limón industrializado del mundo”, detalló Gonzalo Montagne, director de Negocios y Frutas.
También tienen en carpeta invertir en un secadero de cáscara, que permitirá obtener las cáscaras secas que en otras industrias se utilizan para obtener pectinas, un componente natural que se usa como aglutinante o agente espesante en yogures, mermeladas y pastas de dientes.
- Tres mil hectáreas tienen las fincas de cítricos de Jujuy y Salta. Ledesma representa el principal productor y exportador de naranjas del país. Su mayor destino es la Unión Europea (UE).
- Dos mil personas trabajan en el negocio de los jugos y frutas de la compañía. Cabe señalar que la cosecha de cítricos es 100% manual, ya que requiere de mano de obra intensiva de marzo a octubre.
- 1.600 toneladas de fruta por día son procesadas entre la planta de empaque, de jugos y aceites esenciales del Complejo Agroindustrial Ledesma de Libertador General San Martín.
- Siete mil toneladas de jugo concentrado por año se producen en la planta. El principal destino es la industria de las bebidas y gaseosas.
- 270 toneladas de aceites esenciales se produjeron en 2017. De las mismas, 130 fueron de naranja, 100 de limón y 40 de pomelo, respectivamente.
- 95% de la producción se exporta.