Las carnes no tradicionales como conejo, ñandú, búfalo y codorniz van ganando nuevos consumidores, especialmente en Europa, y se están convirtiendo en buenas alternativas de producción orientadas fundamentalmente a la exportación.
a Argentina parece tener grandes posibilidades para desarrollar la producción de ñandúes aunque todavía, según los involucrados con la actividad, falta volumen, mejorar la producción, calidad, capacitación, estímulo estatal e información confiable de mercados potenciales.
"Ya estamos en condiciones de comenzar las faenas en forma regular y abastecer al mercado interno", asegura Luis López, productor y miembro de la Asociación de Criadores de Ñandúes Argentinos (ACRIÑA).
En cuanto a los mercados externos, Lopez consideró que "todavía no se exporta porque faltan las cantidades suficientes que demandan los mercados".
En el país, se contabilizan más de 60 criaderos en actividad con más de 6.000 ejemplares en criaderos, y la posibilidad de quintuplicar esa cantidad durante la presente temporada de postura.
Un estudio de la Subsecretaría de Alimentos de la Secretaría de Agricultura (SAGPyA), señala que "las exportaciones de carnes exóticas, aunque en forma incipiente, muestran un panorama por demás alentador".
En el mismo se agrega que "factores emergentes desde la demanda, como algunas modas o la propia enfermedad de la vaca loca en Europa, sumado al fuerte estímulo que en el ámbito local significa la actual paridad cambiaria, están promoviendo el renovado interés por exportar este tipo de carnes".
El ñandú es un animal protegido en Argentina por la Dirección de Fauna Silvestre, por lo que su producción en criadero tiene dos objetivos: preservar a la especie y desarrollar una actividad agropecuaria económicamente sustentable.
No obstante por tratarse de una actividad incipiente, la producción de ñandú todavía debe mejorar aspectos sanitarios y de manejo; también urge un reordenamiento legal en lo que respecta a los entes de control y a las condiciones para la habilitación de frigoríficos.
En ese sentido, López comentó: "Estamos trabajando en la elaboración de un nuevo protocolo de cría que garantice la trazabilidad del producto y la aplicación de normas de inocuidad y calidad".
El ñandú es el ave corredora de mayor tamaño de América del Sur, autóctona de la región del Río de la Plata. No puede volar aunque tiene grandes alones. Su defensa es la aguda visión y gran velocidad en la carrera. Pueden dar pasos de más de 1,70 metros y posee una gran capacidad de maniobra ayudado por sus alas.
Hoteles y restaurantes con cocina internacional van incorporando exquisitos platos, jamones ahumados y otros fiambres elaborados a partir de la carne de ñandú, que es magra (99 por ciento libre de grasa), baja en colesterol y con alto contenido proteico, omega 3 y hierro.
El kilo de esta carne se cotiza alto, para el mercado mayorista.
También se comercializan los huevos, las plumas y recientemente, se investiga el aceite para cosmética y alimentación.
Pero entre los derivados, el cuero es el uno de los más valorados del mercado marroquinero, ideal para la confección de artículos de lujo por ser suave, resistente a la humedad y a las rajaduras.-
Diario Época