iete familias de la localidad Los Varela a 75 kilómetros de San Fernando del Valle de Catamarca, se organizaron y, junto con técnicos del INTA, desarrollaron un proyecto de turismo rural sustentable. Se trata de una propuesta integral que no sólo les da la posibilidad de generar ingresos para su economía familiar, sino también de asegurar la sustentabilidad ambiental e incluir a los jóvenes residentes de la zona en el mercado de trabajo, informó el portal de divulgación de noticias del Instituto.
Diego Cabrera, extensionista del INTA Paclín-Ambato –Catamarca–, acompaña el proyecto desde sus comienzos: “Los Varelas es una zona ubicada en medio de dos montañas conectada con el Aconquija, lugar por donde circula mucho turismo gracias a su límite con Chile”, señaló y aseguró: “Aprovechando esta oportunidad, las familias crearon una red conformada por productores y diseñaron un recorrido para invitar a conocer los sabores, saberes e historias del lugar”.
Los turistas que vacacionaban en localidades aledañas –como La Puerta, El Rodeo, Las Juntas o Aconquija– comenzaron a llegar atraídos por distintos eventos, actividades deportivas y venta de productos regionales: la Fiesta Regional del Asado de Llama, la tirolesa de 100 metros, el descenso por rapel, venta de dulces y comidas regionales y el Primer Encuentro de Parapente, entre los más importantes.
“Al encuentro de parapente vinieron chicos de todos lados: Chubut, La Rioja, Tucumán”, recordó Andrea López, integrante del proyecto y encargada de realizar los circuitos turísticos, quien expresó: “Fue una experiencia muy positiva; ellos estaban en un ambiente caracterizado por la tranquilidad, la montaña, el verde y nosotros poniendo en valor nuestro espacio natural y cultural”.
El proyecto tuvo su inicio a comienzos de 2014, cuando luego de un diagnóstico del que participaron las familias productoras de Los Varelas y técnicos del INTA, se identificaron distintos problemas de la comunidad: desempleo, migración de los jóvenes a los centros urbanos, desaprovechamiento de las capacidades y recursos locales (artesanías, dulces, cestería, talabartería) y pérdida de las costumbres de producción ancestrales sumada a la demanda inexistente de productos.
El desarrollo del proyecto significó para los residentes de Los Varelas una estrategia de innovación y desarrollo territorial: un proceso social que afianzó las capacidades locales y fortaleció los distintos eslabones de las cadenas de valor.
“Recién estamos empezando, pero ya vemos resultados”, analizó López quien reflexionó: “Aumentaron nuestros ingresos; a los jóvenes se les están yendo las ganas de irse a la ciudad en busca de trabajo. Tenemos cosas de sobra para ofrecer: paisajes, montañas, comidas, festivales, artesanías, dulces”.
Desde 2004, el INTA acompaña experiencias de turismo rural en todo el país. En la actualidad, hay unas 71 iniciativas de turismo vinculadas con lo comunitario, cultural, educativo, agroturismo, ecoturismo y enoturismo, entre otras.
Como resultado del trabajo conjunto de 1.186 emprendedores, 47 organizaciones articulan en 21 provincias con más de 120 instituciones, ministerios, gobiernos provinciales, municipios, escuelas, agencias de viaje, museos, bibliotecas y centros tradicionalistas, con el objetivo de potenciar la economía y el desarrollo del territorio.
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