Agro Turismo / Planificación Territorial

Etapas en la planificación espacial del Turismo en Entre Ríos

La historia turística de Entre Ríos se inicia hace sólo cuatro décadas, cuando la habilitación del Túnel Subfluvial rompe su ancestral aislamiento

Etapas en la planificación espacial del Turismo en Entre Ríos
viernes 17 de julio de 2020
E

n este lapso se sucedieron acciones estatales y privadas que fueron construyendo un modelo de provincia turística que hoy aparece nítidamente en los primeros lugares del consenso nacional. Le cupo al Estado planificar, muchas veces con aciertos, el uso de los espacios geográficos por los que se desenvuelve el movimiento de turistas. Desde la simple y originaria definición de Áreas, hasta la moderna concepción de Micro Regiones, se han cumplido etapas que han logrado la madurez turística de una provincia abierta, moderna y competitiva en la actividad.

La conformación geográfica de Entre Ríos señala una definida realidad: los ríos que la enmarcan la han dotado de valiosos recursos naturales, que sumados a los culturales determinan un contorno rico en valores de múltiple índole.

El altísimo porcentaje de la población entrerriana asentada en las ciudades emplazadas sobre los ríos Paraná y Uruguay, sumado a sus puertos y vías de acceso, la posibilidad de agua potable abundante y la belleza de los paisajes ribereños, demuestran que nuestra provincia cuenta con un contorno privilegiado para el desarrollo de sus innegables potencialidades.

En materia turística, la gran mayoría de los atractivos destacados y que hoy se constituyen en focos de generación de viajes hacia ellos, se ubican en la periferia fluvial entrerriana. Esta realidad llevó a delinear a principios de la década del ´70, cuando se rompió el aislamiento con la habilitación del Túnel Subfluvial, los primeros esbozos de una

"Planificación Turística Espacial", partiendo del concepto de "Áreas Turísticas", llamadas comúnmente "costa del Paraná" y "costa del Uruguay".

Relegada a una expresión de tercer orden, el "Área Central", con un menor caudal de bienes turísticos, fue llamada a cumplir sólo una especie de transición entre ambas.

A fin de "escalafonar" las acciones que desde la gestión provincial se establecieron con los municipios, se fijaron los denominados "Centros Prioritarios". Estos fueron resultado de estudios y consultas a los municipios interesados en fomentar el turismo, a partir de su propia identidad y compromiso con sus comunidades.

Fue el Poder Ejecutivo Provincial quien determinó que fueran Paraná, Concordia, Colón, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú, los lugares donde se volcarían los principales esfuerzos en inversiones, puesta en valor de atractivos, formación de recursos humanos, exenciones impositivas, a fin de fomentar el crecimiento de servicios y programas de concientización general de la población. Esta declaración no desestimó la asistencia a otras ciudades que estimularan sus potencialidades para el desarrollo turístico, pero a la postre las mencionadas fueron las que iniciaron la magnífica tarea de representar a la provincia como los iniciales destinos turísticos entrerrianos.

 

Los Circuitos Turísticos

Con posterioridad, se diseñaron los primitivos "Circuitos Turísticos", en función de los parámetros vigentes en la dinámica del turismo por aquellos tiempos. Prevalecía entonces el denominado "turismo itinerante", con permanencias breves en diferentes destinos, adoptando dos o más lugares de pernoctación, tanto en hotelería como en campamentos.

La última modalidad estuvo muy impuesta en el país, con gran incidencia en los niveles socioeconómicos intermedios de la población.

Además, porque la mayoría de las intendencias municipales de la provincia, a fin de paliar rigurosos déficits de alojamiento, habían implementado áreas específicas para camping, con el confort acorde a la recepción de viajeros de todo el país.

El fuerte impacto que produjeron las grandes obras inauguradas en ese tiempo (puentes internacionales con la República Oriental del Uruguay, coronamiento de la represa de Salto Grande, y muy especialmente el complejo ferrovial Brazo Largo-Zárate) indicaban

extensos trayectos, con un maratónico recorrido que se iniciaba en Brazo Largo y finalizaba en el Túnel Subfluvial o viceversa, luego de visitar las ciudades más promocionadas, incluyendo los inevitables y tentadores atractivos: el Parque Nacional El Palmar y el Palacio San José.

Comenzó además la modalidad de los "Circuitos Temáticos", que fueron institucionalizados desde el organismo turístico provincial, adoptados por los municipios turísticos y en algunos casos (pocos, por cierto) ejecutados por agencias de viaje receptivas. Así, se produce

folletería diversa promocionando el accionar con Circuitos destinados a mercados específicos: "Circuito Histórico", "Circuito de Pesca", "Circuito de las Grandes Obras", entre otros.

Los Circuitos Turísticos tuvieron entonces una concepción macro regional, tendencia que fue cambiando paulatinamente con el correr de los años. Por otra parte, esta segmentación de las intenciones del viajero tan específicas no encajaban en la multiplicidad de oferta de motivaciones que dispone Entre Ríos, ya que rara vez se da el caso puro de grupos o

familias que realizan visitas exclusivamente temáticas de marcada particularidad.

 

Los corredores

Durante la década de 1980, surge con fuerza el concepto de "Corredores Turísticos", que se aplican en Entre Ríos a las áreas geográficas del río Paraná y el río Uruguay, y analógicamente a otras actividades que se desenvuelven a lo largo de rutas nacionales o

provinciales de importancia. Un "Corredor Turístico" se define como un eje vial que impone una ruta troncal a partir de la cual se disponen y ofrecen atractivos y servicios, tanto rurales como urbanos y que es transitado por un flujo relevante de viajeros, con o sin detención.

La misma conformación geo-turística de Entre Ríos ya señalada, definió con nitidez dos corredores. Uno correspondiente a la "costa" del río Uruguay, sobre el eje vial de las rutas nacionales 12 y 14, entre los segmentos comprendidos desde Brazo Largo a Ceibas para el primero y desde ésta hasta Mocoretá, para el segundo tramo. Se trata en síntesis de

la porción sur del corredor turístico que une el mayor mercado emisor de viajeros de origen nacional (Capital Federal y Gran Buenos Aires) con el Parque Nacional Iguazú, cuyo atractivo primordial, las cataratas, se constituye en el más atrayente y motivador de los propulsores de viajes a nivel nacional. El otro, implicando la ruta provincial 16, tramo

Ceibas-Gualeguay, la provincial 11, tramo Gualeguay-Paraná y la ruta nacional 12, entre la capital entrerriana y el paraje Guayquiraró, atiende los desplazamientos turísticos de la región occidental de la provincia.

Toda organización espacial inteligentemente concebida e institucionalizada a partir de una asociación que agrupe organismos estatales y/o privados, debe basarse en principios supremos: atractivos comunes, problemáticas comunes y, como ya se señaló, objetivos

comunes. No siempre las ciudades integrantes de un "Corredor Turístico", que compiten en forma directa con sus pares y vecinas en la conquista y retención del viajero, tienen sincerados estos aspectos.

De alguna manera, la definición turística de cada localidad es el corolario del modelo que pretende la propia comunidad y no sus conducciones dirigenciales. Y los pueblos, muchas veces, valoran más un "sano egoísmo", que principios integradores que parecen colisionar con los propios intereses, especialmente económicos.

Los atractivos turísticos comunes a todos los componentes del corredor, por ejemplo los concomitantes con el río Paraná, poseen identidades propias e improntas fundadas en la idiosincrasia de cada una y los esfuerzos destinados a ponerlos en valor determinan inversiones económicas que requieren beneficios palpables, en muchos casos inmediatos.

He aquí que el concepto de "Corredor Turístico" continúa aplicándose con propósitos publicitarios o de difusión general, más que por los acuerdos y acciones coordinadas y cristalizadas a través de las entidades participantes.

Así los hechos, ha surgido una nueva modalidad de asociación regional, la "Micro Región", perfectamente adaptable a las características geográficas y políticas de Entre Ríos.

Las micro-regiones

La expresión "micro-región" tiene su analogía en el concepto de "comarca", aplicado eficazmente en la Patagonia Argentina y sustentado por diferentes protagonistas del turismo nacional, entre ellos por Antonio Torrejón, en diferentes trabajos titulados Turismo y territorio. Torrejón señala: "Las comarcas, zonas o microrregiones, son figuras que asocian

unidades territoriales menores (la homogeneidad menor es esencial en la unidad del planeamiento), procurando reunir e integrar al esfuerzo de varias jurisdicciones, principalmente urbanas municipales, que comparten micro productos turísticos naturales o culturales".

En Entre Ríos se optó por la expresión "micro-región", aunque el prefijo antepuesto no minimiza en absoluto su superficie. Su dimensión abarca espacios urbanos y rurales complementarios entre sí, donde el Etapas en la planificación espacial del turismo en Entre Ríos común denominador es su paisaje, su clima, su historia y su población.

Precisamente esta condición le otorga estímulos muy similares a todas las cuestiones que sus habitantes pretenden llevar adelante.

En las "micro-regiones" el o los atractivos serán tan propios y genuinos a ellas que se considerarán un bien común, defendible por las comunidades integrantes. Su vecindad, aún cuando quede fuera de un ejido ó jurisdicción, los hará accesible a todas. Los servicios, sean hoteleros, gastronómicos o de transporte, se podrán prestar indistintamente sin desventajas de distancias o preferencias. Y los poderes públicos, institucionales y empresariales, deberán ampliar su comprensión del espacio situacional y bregar por conformar una especie de "gran familia".

El desarrollo de las micro-regiones conlleva obligatoriamente tres aspectos:

  • Organización Institucional.
  • Planificación teórica llevada a la cartografía y folletería.
  • Aplicación en el espacio real.

 

Conclusiones

La Planificación Turística resulta una herramienta indispensable para la actividad turística, tanto en su etapa de implementación, como de desarrollo.

En todo proceso de Planificación Turística son actores necesarios tanto el Estado como el sector privado, que deben actuar de manera conjunta y mancomunada.

En Entre Ríos las sucesivas administraciones turísticas fueron motoras y gestoras de acciones de Planificación Turística, aunque muchas veces quedaron en intentos que, aunque válidos, no tuvieron continuidad ni efectos aplicados.

Cada una de las propuestas de Planificación ensayadas en la provincia, más allá de su relativo valor, implicó una fase superadora de la anterior y un avance hacia el logro de una incuestionable madurez en materia turística.

Como consecuencia de los dos últimos ítemes, la provincia de Entre Ríos puede hoy mostrar con legitimidad un modelo de Planificación Turística moderno y acorde con los más recientes conceptos mundiales en la materia, basados en dos principios básicos: Micro Regiones, desde el punto de vista espacial, y Asociativismo como modalidad de trabajo.

 

Dialnet Universidad de La Rioja.

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