a ocupación de un determinado espacio geográfico y más aún, el uso que el hombre hace de los recursos que éste contiene, en líneas generales, ha obedecido a una serie cambiante de factores y es motorizada por cuestiones económicas y/o políticas y en muy pocos casos se fundamenta en una planificación basada en un conocimiento profundo del sistema, con proyección de futuro y menos aún respetando o atendiendo a los deseos de los que habitan esos territorios y son protagonistas de los cambios.
El desafió entonces, es realizar una planificación ambientalmente sustentable y que contemple un desarrollo armónico entre los factores ecológicos, culturales, sociales y económicos, que tenga en cuenta la opinión y participación de los habitantes y mantenga el
potencial de los recursos productivos para las generaciones venideras. Con estas perspectivas, se hace necesario gestionar los recursos naturales y los capitales humanos de manera de reducir conflictos, minimizar externalidades y neutralizar excesos.
Se pretende organizar la ocupación del espacio con el objetivo de lograr un desarrollo humano sostenible, espacialmente equilibrado y socialmente justo. Con ello se busca una distribución geográfica más adecuada para la población y sus actividades, teniendo en
cuenta los recursos disponibles para mejorar la calidad de vida de los habitantes del territorio.
Es por esto, que la planificación que involucra estos objetivos es de carácter estratégica, pues, es a largo plazo. Por ello, el Plan de Ordenamiento Territorial contempla las diferencias existentes entre los factores coyunturales y los que afectan y estructuran el territorio. La visión de largo plazo permite identificar los temas que selectiva y estratégicamente deben orientar el futuro de los municipios y territorios.
Este plan de ordenamiento territorial (POT) se traduce en programas y proyectos que reflejan el modelo de territorio a mediano y largo plazo que la sociedad pretende.
El territorio seleccionado corresponde a la cuenca hidrográfica del Arroyo Santa Rita (CASR), en el departamento Santa Bárbara, provincia de Jujuy. Sus límites están dados por la naturaleza y las zonas de escurrimiento de las aguas superficiales y afluentes del arroyo. En este territorio conviven otros tres territorios administrativos, de acuerdo a la Ley de Municipios de la provincia de Jujuy, como son la Municipalidad de Palma Sola y las Comisiones Municipales de Vinalito y El Fuerte. Pero la columna vertebral y su articulador es el arroyo mencionado.
Las tres divisiones administrativas, constituyen el centro espacial y temporal para el ordenamiento del territorio desde la perspectiva de los habitantes y la sociedad que en ellas viven, pero que conjuga elementos claves como lo urbano-rural, el espacio, el suelo, el ecosistema, el tiempo y la cuenca.
Si se toma en cuenta el concepto actual de competitividad sistémica, estos tres territorios administrativos unidos bajo el paraguas de la cuenca, claramente complementarios, tienen mayores probabilidades de conseguir un mejor desarrollo a futuro y de articularse a distintas escalas zonal, regional, provincial y nacional (micro, meso y macro).
La CASR con aproximadamente 1.240 km2, y alturas desde 2.572 msnm en las cumbres de El Centinela y hasta 335 msnm en la desembocadura del Aº Santa Rita en el río San Francisco, cuenta con el potencial para que coexistan los sistemas productivos sustentables y a la vez para constituirse en un espacio de transición entre las Yungas y el Chaco.
La presencia de unos 7.500 habitantes, distribuidos en un Municipio y dos Comisiones Municipales, con particularidades locales, con problemas de infraestructura y comunicaciones, como así también de calidad y acceso a servicios de salud y educación. A esto se le suma la vulnerabilidad de las poblaciones ante un riesgo natural relacionado a la dinámica fluvial. Han ocurrido fenómenos de remoción en masa con víctimas fatales, daños materiales y hasta la reubicación de pueblo de Vinalito en tres oportunidades; también con gravedad similar en Palma Sola.
La diversidad cultural ha sido tomada en cuenta, ya que, si bien la población en su mayoría es criolla, hay algunas comunidades de pueblos originarios, por lo que resulta muy interesante y a la vez un gran desafío, el tratar de consensuar además de los intereses y conflictos productivos, la visión pluricultural. Por otro lado, en la parte baja de la cuenca hubo un intenso flujo migratorio que llegó de localidades extra-cuenca.
No existen condiciones estructurales adecuadas para desarrollar cadenas productivas competitivas, tanto hacia adentro de la cuenca como hacia afuera (mercados regionales y nacionales), lo cual crea una corriente de emigración poblacional joven por falta de alternativas que los contengan; como así también pone en riesgo la seguridad alimentaria de una buena porción de su población.
Desde el punto de vista ecosistémico, la zona es representativa del ecotono entre la región fitogeográfica de Yungas y Chaco Serrano. A su vez, la cuenca alberga en la zona media- alta el área protegida Las Lancitas que forma parte del sistema de áreas protegidas provinciales y conforma el corredor biológico de la selva de Yungas. Esta existencia, demuestra la relevancia ecosistémica del territorio, por lo que la conveniencia del Ordenamiento territorial de la zona de influencia de la reserva es otra importante razón.
Las características geológicas y dinámica fluvial del Arroyo propician fenómenos de remoción en masa, flujos densos, de magnitudes considerables, que son potenciados por la acción antrópica sobre el uso de los recursos naturales. Esto, perjudica no solo el normal escurrimiento del arroyo, sino también las riberas y poblaciones aledañas más importantes como Vinalito y Palma Sola.
Otro factor importante que se ha tenido en cuenta es la fuerte voluntad política de los municipios e involucramiento de la comunidad en su actitud de agentes articuladores de políticas e instrumentos públicos para la planificación y desarrollo de las capacidades endógenas del territorio. Esto se vio reflejado en principio por el compromiso del comisionado municipal de Vinalito, Sr. José Acuña, luego de haber recibido conjuntamente con otros actores sociales de la localidad una capacitación sobre Ordenamiento Territorial. A posterior, ya con una visión más amplia y tomando el concepto de unidad de ordenamiento a la cuenca, se le sumaron el Intendente de Palma Sola, Sr. Fernando Agüero y el Comisionado Municipal de El Fuerte, Sr. Sabas Flores y los pobladores de sendas localidades.
Asociado a la voluntad política local se consideró pertinente la decisión política estratégica fuerte del Gobierno de la provincia de Jujuy, a través de la Secretaría de Planificación, para contribuir al proceso de Ordenamiento de la cuenca.
Existe un marco legal nacional y provincial que sirve de guía al OT. Primero debe mencionarse el documento Argentina 2016 (Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios de la Nación) que sienta las bases para el ordenamiento del territorio en un marco de equidad. A partir del mismo la provincia elabora el Plan Estratégico Territorial, en el que señala al departamento Santa Bárbara (lugar donde se ubica la cuenca del Aº Sta. Rita) como un área a potenciar. Por otra parte, está la Ley de Ordenamiento de las masas boscosas, que la provincia se adhiere y realiza su ordenamiento a través del Decreto Acuerdo 7465-P-11, que luego se convierte en Ley 5676 del 14/04/2011.
El escenario descripto justifica someter al territorio de la CASR a un proceso de ordenamiento territorial (OT), que compatibilice el aprovechamiento de los recursos naturales con la conservación de su riqueza natural y una producción sostenible con el ambiente, que garantice a sus habitantes y las generaciones posteriores una vida y un hábitat digno.
Plan de Ordenamiento Territorial participativo de la cuenca del Arroyo Santa Rita-INTA