Sea2Sea es una marca de anteojos catalana fundada por el emprendedor François Van Den Abeele, quien preocupado por la contaminación del océano, decidió aportar su granito de arena reciclando buena parte de las millones de toneladas de plástico que se desechan al mar por día, para crear un producto innovador que permite ver la realidad desde una nueva perspectiva.
Convencido de que los consumidores cada vez son más conscientes de que es necesario adoptar prácticas sostenibles para hacer un mejor uso de los recursos y reducir el abuso de materias primas, Van Den Abeele considera que todo cuenta a la hora de ayudar al planeta e incentivar a las generaciones más jóvenes a que se interesen en su cuidado.
Tras una considerable inversión en imagen y diseño, el barcelonés montó este proyecto que recicla el plástico del mar convirtiéndolo en un producto resistente que permite fabricar gafas de sol de primerísima calidad producidas en un 100% con redes de pesca y cabos abandonados, que recogen las comunidades pescadoras de las costas de España.
“La economía circular debe comenzar a implementar más este tipo de metodologías, porque la contaminación plástica de nuestros océanos es un problema que requiere atención urgente. Con estas fuentes podemos hacer materias primas para productos de uso cotidiano”, explicó Van Den Abeele.
No es casualidad que el emprendedor haya apostado por la fabricación de lentes, ya que es una industria que básicamente se nutre del plástico. La idea es liderar un cambio, con la esperanza de que el público entienda que los desechos pueden ser reconvertidos en productos de calidad. “La moda representa el sector más contaminante después del gas y el petróleo. Al principio, teniendo en cuenta que hay mucho plástico en el mar, busqué soluciones sostenibles. Viendo que las marcas querían hacer algo, descubrí que la óptica hacía muy poco, así que me propuse encontrar una solución”, profundizó.
Para llevar a cabo la iniciativa, se colocaron 117 contenedores en treinta puertos españoles y seis franceses, donde los pescadores depositan desechos plásticos, redes abandonadas, líneas de pesca o cuerdas, entre otros. Diariamente, un equipo de recolectores junta en promedio una tonelada de basura, que es transferida a una planta de desechos especial localizada en Girona. Una vez allí, los materiales son separados y seleccionados, para luego ser reutilizados como materia prima. Todos los productos se elaboran en Italia, siguiendo los requisitos de calidad del mercado óptico.
“Estoy vinculado con el mar desde hace muchos años. Mi primer trabajo fue como agente de barcos; ahora soy navegante y vivo muy cerca del océano. Como la relación viene de siempre, pude ver como se fue destrozando con el tiempo. Asistí a muchas conferencias e intenté recoger y utilizar el plástico como materia prima para sensibilizar a la gente sobre el problema”, declaró Van Den Abeele.
Van Den Abeele participa de todos los procesos de elaboración, eligiendo los colores, las texturas y los lentes de los anteojos. Sin embargo, no hace la labor en solitario, sino que cuenta con un equipo de profesionales italianos que le dan una mano en el armado del producto. Actualmente, trabaja en colaboraciones con marcas de moda –como Vionnet– y cosméticos –como La Mer– para seguir amplificando el mensaje.
“Si hay un valor que le puedo atribuir a mi empresa es el de la ecoinnovación. Es algo más que sostenibilidad, es ir más allá en un mundo donde todo es igual. Sea2Sea es más que una marca de gafas, es una declaración de intensión visible que cualquiera puede llevar con orgullo. Los lentes de sol no van a cambiar el mundo, pero sí la gente que los lleva”, concluyó.