S
an Juan cuenta con las Lagunas de Guanacache y el Parque Presidente Sarmiento, sin mencionar los de alta cordillera sistema por donde escurre el agua de los glaciares, llamadas vegas. Estos sitios son doblemente importantes en la provincia debido a las características desérticas de su geografía, y por ser reservorios de biodiversidad. En estos momentos ambos están siendo afectados por la gran sequía que azota estas tierras.
Definiciones hay muchas, lo cierto es que para los simples mortales sin demasiados conocimientos en biología puede decirse que un humedal es el hogar de numerosas especies de flora y fauna, es un reservorio de agua, por ende cada uno de ellos es imprescindible para la vida humana. Hasta ahí todo bien, pero las cifras investigadas por los expertos indican que la extensión de estos ecosistemas se redujo entre un 40 y un 60 por ciento a escala mundial en los últimos 50 años, según los parámetros de referencia. Números que alarman porque afectan directamente al equilibrio ecológico del planeta y del radio de acción al que pertenecen. Por ese motivo es que cada país, cada región, cada provincia y cada comunidad debe (o debería), contribuir para su preservación. San Juan cuenta con dos grandes humedales sin considerar los de alta cordillera: el Parque Presidente Sarmiento ubicado en Zonda, muy cerca de los principales centros urbanos y Lagunas de Guanacache, Desaguadero y del Bebedero en Sarmiento.
Ambos son custodiados por equipos interdisciplinarios de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable con el fin de llevar adelante acciones proteccionistas para preservarlos de los daños a los que están sometidos.Ezequiel Salomón y Mariano Hidalgo Caballero, técnico universitario y licenciado en Biología respectivamente, son los responsables técnicos a cargo de la preservación de sendos humedales, y coinciden en que deben ser muy valorados ya que "se trata de lagunas en el medio del desierto" que cumplen diversas funciones para mantener el equilibrio ecológico.
Es un sistema lagunar que abarca parte del noreste de la provincia de Mendoza, la zona sudeste de la provincia de San Juan y el noroeste de la provincia de San Luis. En el año 1999 se designó sitio Ramsar a esa área que comprende 280.000 hectáreas de las cuales el 75 por ciento se encuentran en el departamento 25 de Mayo y el 25 por ciento en Sarmiento.
Estos ecosistemas constituyen una de las principales fuentes de agua para las poblaciones de la zona y son reservorios de biodiversidad. "De ellos dependen, en diferente medida, la provisión de agua para varios fines; la recarga y descarga de acuíferos; la protección de recursos de agua dulce contra la salinización; la mitigación de inundaciones; el control de la erosión, entre otros", indica Mariano Hidalgo Caballero, licenciado en Biología, responsable técnico del Sitio Ramsar Lagunas de Guanacache, Desaguadero y Bebedero de Sarmiento, dependiente de la Dirección de Conservación y Areas Protegidas del Ministerio de Ambiente.
Son muchos los factores que influyen en su preservación, y por ende diferentes las acciones que se deben llevar adelante para su conservación.
"Sin humedales no hay flora, no hay fauna, por eso son tan importantes, sobre todo en San Juan que es un desierto. Hay que tener en cuenta que hay factores naturales que influyen en los humedales como las épocas de agua y las de sequía, pero si a eso le sumamos ciertas cuestiones antrópicas, el calentamiento global, entre otros, repercuten en la cantidad de agua y este es un recurso limitante. Sin agua no tenemos nada", agrega el experto.
Otro de los efectos que se produce por factores naturales y también por efecto de las actividades del hombre es la degradación del suelo, por ese motivo es que uno de los trabajos que se llevan adelante en la zona es el referido al manejo sustentable de tierras para evitar seguir perdiendo zonas de productividad primaria.
La degradación de suelos es uno de los mayores problemas ambientales que afecta a la Argentina y conlleva fuertes consecuencias socioeconómicas. Es que más del 80 por ciento del territorio cubierto por zonas secas del país se encuentra afectado por desertificación causada principalmente por el manejo ganadero y agrícola inapropiado, como así también la sobreexplotación de los bosques.
Una de las principales herramientas con que cuentan los usuarios del territorio para combatir y mitigar los efectos de la degradación es la adopción de prácticas de uso y manejo de los recursos naturales que apunten a su conservación.
Es un ciclo que consiste en cuidar el suelo para tener recursos y viceversa. A la par se están recuperando prácticas de antaño -de los pueblos originarios-, para que produzcan lo necesario para la economía familiar. Uno de los ejemplos es la recuperación de la producción de harina de algarroba para la panificación de diferentes productos.
"Estamos trabajando mucho con eso y también con el vivero de plantas nativas para concientizar a los mismos pobladores y también para vender a pequeña escala. Eso sirve además para hacer pruebas pilotos de los suelos que se han degradado, y cuidar el bosque nativo", indica Hidalgo.
Las lagunas se encuentran en serios problemas debido a la sequía, a lo que se suma el proceso histórico de degradación de suelos, siendo sus pobladores los más perjudicados con esto, sin contar el efecto sobre flora y fauna. Un verdadero círculo vicioso.
Para mitigar esta situación es fundamental que todos los sanjuaninos apelen al uso racional del agua. "Pese a las campañas, seguimos derrochando, los surtidores quedan abiertos, y en esto todos debemos colaborar. Hay que tratar de encontrar un equilibrio, para lo cual debemos hacer uso sustentable del agua a nivel familiar y social", agrega Mariano.
En Guanache las acciones son siempre realizadas de la mano de las comunidades de la zona, tanto que antes de la pandemia se pusieron en práctica algunas actividades deportivas y culturales, del mismo modo que ferias donde se vende lo producido por las familias: Desde chivos hasta artesanías. Sin duda que se trata de interacciones vinculadas a la preservación y recuperación de estos sitios porque el aporte del hombre, si bien puede constituir sólo un granito de arena, suma a lo que se puede hacer desde el Estado.
"Es un tema que debe ser abordado desde diferentes áreas, por ese motivo también hemos logrado tener una estación meteorológica que nos permite medir la temperatura, las precipitaciones, las radiaciones solares, entre otros, siempre trabajando con las comunidades. Falta mucho por hacer, pero estamos tratando de lograr un equilibrio", asegura el biólogo.
Otro punto clave para mitigar los efectos de la erosión sobre estos ecosistemas es la recuperación de los bosques nativos para lo cual se están aplicando programas para su cuidado e implantación de especies autóctonas.
También se realiza un trabajo interdisciplinario con otros organismos, entre ellos el INTA, para la capacitación y fabricación de hornos y cocinas rusas cuyo sistema permite una considerable reducción de leña, para disminuir el uso de este recurso sin detrimento del bienestar familiar ya que con estos aparatos se puede calefaccionar, cocinar y tener agua caliente.
El control y detección de cazadores furtivos, sobre todo de aves de la zona, es otra acción determinante dentro de la conservación, ya que bien se sabe que el comercio ilegal de animales está a la orden del día.
Más allá de todas las acciones que puedan hacerse desde los organismos públicos, el aporte de cada ciudadano es determinante para seguir disfrutando del planeta.
A poco más de 20 kilómetros de la ciudad de San Juan se ubica el Parque Presidente Sarmiento, en Zonda, uno de los humedales de más importancia para el habitat local que abarca un total de 748 hectáreas.
Ezequiel Salomón, Técnico universitario en Biología, está a cargo de este sitio desde hace 6 años por lo que conoce al dedillo su dinámica. El experto explica que "la importancia de los humedales a nivel mundial son los bienes y servicios ambientales y ecológicos que brinda a la sociedad. Figuran entre los ecosistemas más productivos que posee el planeta por la gran biodiversidad que tienen. En el caso específico del Parque Sarmiento es un gran generador de materia orgánica en la zona de los esteros y donde está la laguna, lo que ha permitido el desarrollo de algunas especies vegetales de importancia como la totora que ha sido utilizada por varios siglos por los pobladores locales. Aún hoy quedan algunos artesanos que la usan para hacer sillas de totoras, vasijas y otras artesanías, incluso papel a base de fibra de totora", explica el experto.
Este Parque se caracteriza, además, por la gran diversidad de aves ya que cuenta con más de 100 especies diferentes, una verdadera fuente de naturaleza que ofrece "un aula a cielo abierto", tanto que los alumnos pueden llegar hasta allí para conocer en forma directa la biodiversidad con la que cuenta.
"Es muy particular, es un pequeño oasis dentro del desierto teniendo en cuenta la aridez que nos caracteriza. Es muy importante darle la valoración que se merece, además de ser una zona donde se resguarda un reservorio de agua que está a disposición de la población", agrega Salomón.
Los humedales en la actualidad están sufriendo diversos efectos que son similares en todo el mundo. "Por un lado está la cuestión climática que atravesamos desde hace varios años, la sequía por falta de nevadas en cordillera y por ende la escasez en los deshielos que provoca poco almacenaje de agua. Si tenemos en cuenta que los humedales, en este caso el Parque Sarmiento, se recarga por el agua subterránea que viene del Dique de Ullum, del río San Juan, lógicamente que se ve afectado porque la capa freática también desciende. Esto, sin duda, afecta a todo al ecosistema acuático, se secan las plantas y las aves migratorias se van. Eso es lo que sucede por causas naturales y excede las políticas de manejo del lugar porque tiene que ver con el cambio climático en todo el mundo. Por otro lado también influye en la dinámica del humedal, el manejo del recurso hídrico porque hay una necesidad real que es abastecer a toda la población de San Juan con los pozos de agua que están ubicados allí, algo que provoca una presión en la capa freática. Por otro lado está el consumo humano y en este sentido hay que enfatizar acerca del cuidado de este recurso", señala el biólogo.
De esto se desprende un factor fundamental: el cuidado del agua en todos sus usos, algo primordial para preservar estos ecosistemas que tantos servicios le brindan a las comunidades.Un dato más que positivo es que este humedal tiene las puertas abiertas a los visitantes quienes son recibidos por personal especializado. Un equipo de agentes de conservación y guías de turismo son los responsables de realizar los recorridos, dar detalles de las especies que habitan el lugar, y asesorar sobre el cuidado de los recursos naturales.
"Actualmente estamos muy abocados a la educación ambiental aprovechando que en esta época recibimos muchas visitas de la provincia y turistas. Sólo lo hacemos los días viernes, sábados, domingos y feriados de 9 a 12,30 y de 17 a 19,30, por orden de llegada", indica Salomón.Los grupos no pueden superar las 12 personas y se deben cumplir las normas de protocolo sanitario.
Otra de las tareas de preservación, es mantener el parque libre de vandalismo para lo cual los agentes deben realizar monitoreos y patrullajes permanentes destinados a evitar la depredación, sobre todo de aquellos que se dedican a atrapar aves para el comercio no legal.
"Por suerte no hay mucha actividad ilegal porque se realiza un arduo trabajo para evitarla. Es un área que está cercada, con límites muy definidos y con mucho control por parte de los agentes de conservación que allí trabajan. Ellos además actúan fuera del área como inspectores de flora y fauna haciendo controles y educación ambiental en la comunidad de Zonda y operativos para evitar la caza furtiva que es muy intensa en la zona", agrega.
El Día de los Humedales responde a la fecha en la que se firmó el Convenio sobre los Humedales en Ramsar, Irán, el 2 de febrero de 1971. Este es el primer tratado en el planeta relativo a la conservación y el uso racional de los humedales. Fue establecido como fecha conmemorativa a nivel mundial en 1997.
Es un humedal designado como de importancia internacional bajo la Convención de Ramsar.
Este es un tratado ambiental intergubernamental establecido en 1971 por la Unesco, que entró en vigor en 1975. En San Juan, Lagunas de Guanacache, Desaguadero y del Bebedero en Sarmiento fueron declaradas Sitio Ramsar.
Diario de Cuyo