Formosa: pequeños productores de Misión Tacaglé se afianzan en el mercado de cucurbitáceas

Un grupo de pequeños y medianos productores de la zona de Misión Tacaaglé, provincia de Formosa, se afianza en el cultivo de zapallos y calabazas con números que asombran. En el último tiempo, la cuenca productiva de la región lleva cosechadas  más de 2.500 toneladas de cucurbitáceas.

“Esta nueva y exitosa zafra de hortalizas pesadas vuelve a poner en evidencia el fuerte trabajo cooperativo y solidario entre productores, técnicos, municipios y Gobierno Provincial, que constituye la base de nuestra comunidad rural organizada y se replica campaña tras campaña en todo el territorio fortaleciendo la producción diversificada formoseña”, expresó el ministro de Producción y Ambiente local, Raúl Quintana.

Respecto al modelo de producción, Quintana aseguró que al igual que sucede en otros parajes, localidades y colonias de la región, en esta comunidad rural participan todos: los productores que aportan su trabajo en las labores de chacra con sus cultivos; los que se encargan de la cosecha, la post-cosecha, el lavado y el empaque; los que acondicionan y cargan los productos que salen a la venta; los técnicos que llevan adelante los procesos productivos; y los organismos estatales que realizan sus aportes en las diferentes etapas del proceso favoreciendo la fluidez de la dinámica social y económica provincial. En este sentido, destacó la unión en común entre hombres, mujeres, criollos y originarios que participan en la cadena.

Por su parte, el intendente de Misión Tacaaglé, Victor “Chilú” Leguizamón, manifestó que los logros se deben al trabajo en conjunto desde hace muchísimos años entre sectores públicos y privados.

“Estamos viviendo los resultados de nuestro trabajo en la producción de hortalizas. Tenemos zapallos coreanos, calabazas, sandías y melones en plena cosecha. En estos momentos estamos preparando envíos de calabaza común de variedad ‘Atlas’ y ‘Coquena’ y zapallo negro a diversas zonas”, profundizó.

Al hablar de la comercialización, indicó que gracias a las iniciativas desarrolladas a partir del programa Nutrir, la producción se destina mayormente a los mercados de Buenos Aires, Santa Fe y Bahía Blanca. Además, tienen las puertas abiertas de Mendoza y Córdoba. A partir de su experiencia como productor, precisó que la fecha de siembra se realizó una vez que avanzó la temporada, lo que les permitió lograr mejores rendimientos.

“Hay lugares en donde están sacando de 15 a 20 mil kilos la hectárea, dependiendo del ambiente y su microclima, porque hubo zonas con mayores precipitaciones donde la lluvia llegó en la etapa inicial del cultivo, que es el de mayor requerimiento. Este año se dieron los tiempos adecuados”, agregó.

Entre los resultados más sobresalientes, asoman el de batatas, zapallos y calabazas. Según Leguizamón, las cifras actuales hubiesen sido imposibles de alcanzar sin el acompañamiento del Gobierno provincial, que apostó a la diversificación productiva mediante el trabajo de pequeños y medianos productores. “De esta manera generamos más mano de obra y mayor dinamismo económico”, acotó.

Desde su lugar de intendente, se enorgulleció por la integración entre aborígenes y familias agricultoras para desarrollar un trabajo cooperativo de excelencia. “Estamos contentos porque Misión Tacaaglé es un pueblo que promueve el trabajo en el campo. Los productores vienen a esta zona desde distintos puntos del país para sembrar, producir y brindar más oportunidades de trabajo a los formoseños”, alegó.

Dentro de la jurisdicción, en Colonia Aparey, un pequeño productor llamado Sixto Zabala dio a conocer sus parcelas de producción. “Estos zapallos son el producto de trabajo diario junto con el apoyo del Gobierno provincial que siempre está acompañando con lo que se necesita para avanzar”, afirmó.

Zabala describió que la cosecha está obteniendo rindes que superan los 12 mil kilos por parcela de zapallos, mientras que tienen otra destinada a calabazas con muy buenas perspectivas. También advirtió que la venta avanza muy bien, con precios acordes.

En una misma línea, el chacarero Blas Leguizamón describió los precios explicando cómo fueron influidos por el contexto actual. “Otras provincias de cucurbitáceas no tuvieron el acompañamiento para desarrollar sus producciones. El clima jugó un rol fundamental que nos permitió lograr buenos resultados. En nuestra chacra sembramos maíz, mandioca y hacemos actividades relacionadas con la granja y la ganadería bovina”, aclaró.

Durante 2019, la finca produjo maíz para consumo animal, además de flores y vinos. “Estamos muy contentos porque es el fruto del trabajo de toda la familia, sumado al apoyo y acompañamiento del Gobierno local, que en forma constante llega a la chacra con asistencia técnica, insumos y todo lo necesario para producir alimentos de calidad”, concluyó Blas Leguizamón.