El radical Rodolfo Suárez es a partir de ayer el nuevo gobernador de Mendoza, tras jurar en la Legislatura provincial, en reemplazo del ahora diputado nacional Alfredo Cornejo, convirtiéndose en el décimo mandatario desde el retorno de la democracia.
“Vamos a gobernar con autoridad; entiendo la política como un marco de igualdad de oportunidades y asumo la continuidad de un liderazgo en equipo”, dijo durante el acto de asunción en la Legislatura.
Suárez, exconcejal y exintendente de la Capital, afirmó que “continuará con una planificación seria e innovadora para construir más viviendas y luchando por el derecho a la salud”, entre otras propuestas. También dijo que impulsará una “Justicia ágil sin puerta giratoria” y que va a “seguir modernizando el Estado”.
Como prioridades, dijo que pondrá el énfasis en “los chicos y docentes en el aula”, al tiempo que buscará recuperar infraestructura en materia de seguridad, de la mano de un mayor equipamiento para la policía. A Suárez lo acompañará como vicegobernador Mario Abed, exintendente de la ciudad de Junín.
En el ámbito legislativo fueron recibidos por diputados y senadores provinciales encabezados por la vicegobernadora saliente, Laura Montero, quien se despidió de la Legislatura, donde señaló que su misión “fue prestigiar este poder del Estado”.
Por otro lado, a través de su cuenta de Twitter y dando una verdadera lección de civilidad, la rival de Suárez en las urnas, la senadora camporista Anabel Fernández Sagasti, felicitó al mandatario y volvió a expresar su deseo de colaborar con la gestión entrante. “Felicitaciones al Gobernador @rodysuarez. Confío en que vamos a trabajar juntos para mejorar la vida de los mendocinos y las mendocinas”, señaló.