s por eso, que es clave tener en cuenta el impacto del estrés calórico en la producción porcina. El estrés térmico (ya sea por frio o por calor) provoca grandes pérdidas económicas en esta actividad. En este caso, en función a la época del año en la que estamos, nos centraremos en estrés por calor.
Cabe aclarar, que el cerdo tiene una zona termo-neutra que oscila entre los 18-24 grados según el tamaño y estado fisiológico del animal. En el caso de los lechones lactantes, sus requerimientos térmicos rondan entre 28- 35 grados según su edad y peso corporal.
Además, los cerdos no tienen glándulas sudoríparas funcionales como otras especies para ayudar a eliminar de manera eficiente el calor corporal.
Hay dos formas principales que utilizan los cerdos para minimizar los efectos del estrés por calor, una es por medio de la mayor disipación de calor y la otra generando una menor producción de calor corporal.
Una de las formas de disipación del calor es aumentando la respiración o el jadeo, la otra forma que es generando menor producción de calor corporal, esta es la que tiene un alto impacto en los índices producticos (ICA, Peso faena, Fertilidad, Lactancia pobres, etc.), esto lo hacen disminuyendo el consumo de alimento, aumentando la ingesta de agua y disminuyendo su actividad.
Además, la humedad relativa del ambiente cumple un papel sumamente importante en el estrés térmico por calor. Siempre debemos ver el impacto que genera la combinación de la humedad con la temperatura en el cerdo.
Las cerdas expuestas a altas temperaturas los primeros 15 días post-servicio, tienden a tener tasas de concepción más bajas, menos embriones viables y menor supervivencia embrionaria. Lo que se va a ver traducido en:
Además, aumenta el intervalo destete-cubrición fértil, los celos silenciosos y disminuye la fertilidad.
Para evitar estos problemas reproductivos, se puede ayudar a la cerda con la eliminación de calor, mejorando la ventilación y/o mojándola para que pueda intercambiar temperatura. Tambien Las dietas de verano son eficientes para las altas temperaturas.
Se puede ver afectado su consumo de alimento, pero la principal problemática en esta categoría es la exposición prolongada (más de 3 días) a 30°C pueden generar el síndrome del sufrimiento testicular, reduciendo la fertilidad por diferentes variables:
Por otro lado, las altas temperaturas también generan problemas con la maduración espermática y disminución de libido, generando una baja en la fertilidad sostenida por 15 días hasta la renovación espermática.
Es el sitio más complejo en cuanto al manejo de la temperatura ambiental, puesto que conviven en ella dos categorías (madres y lechones recién nacidos) con necesidades fisiológicas casi opuestas.
Por un lado, la temperatura confort de la cerda es entre 18 – 22 °C y temperaturas mayores a 24 °C pueden generar diferentes trastornos:
Nutricionalmente hablando, es importante tener en cuenta que por encima de los 18°C la cerda va a bajar el consumo de alimento en 40 a 80 gr por cada grado centígrado que aumente la temperatura ambiente. Lo que se va a ver traducido en:
Es por eso que en esta etapa la disponibilidad y consumo de agua es crucial, la cual debe ser fresca y de buen caudal (3-6 lts/min).
Muy diferente es el caso del lechón recién nacido, el cual su temperatura optima ronda los 37°C, encontrándose con la dificultad que nacen con pocas reservas energéticas, poco aislamiento (poca grasa y pelo), húmedos y deben gastar energía para competir por un pezón.
La asistencia en esta etapa es muy importante, ya que secar a los lechones y asegurarse el calostrado ayudara a la sobrevida del lechón. Su temperatura crítica inferior (TCI) en la primera semana es de 34°C, por debajo de estos valores el animal comienza a gastar sus reservas energéticas para generar calor y se produce hipoglucemia, que puede llevar a la muerte.
Los animales de engorde o terminación son una categoría que sufre de manera considerable el calor. No debemos olvidar que es aquí donde más kg de carne y más consumo de alimento se produce la granja.
Los cerdos reducirán el consumo de alimento cuando las temperaturas estén por encima de su rango ideal (18-20 ºC), para reducir la cantidad de calor que se genera debido a la digestión. Por lo tanto, las dietas deben pensar formularse para ser más rica en nutrientes en el verano.
Algunos de los cambios en la alimentación que pueden ayudar a aliviar los efectos negativos de la ingesta reducida incluyen: reducir el crudo contenido de proteína mediante el uso de aminoácidos sintéticos, adición de agua a la alimentación seca (comederos seco/húmedos), y el uso de sistemas de alimentación líquida.
Es importante que los cerdos tengan acceso a agua de calidad. Los bebedores necesitan ajustarse y funcionar adecuadamente, con suficiente bebederos y flujos de agua disponibles para permitir el acceso adecuado.
En los sistemas de confinamiento, los rociadores de agua y los refrigeradores por goteo pueden proporcionar un complemento efectivo para el enfriamiento evaporativo. Los sistemas de rociadores y goteadores también deben verificarse para asegurarse de que estén funcionando correctamente.
En corrales de grupo, rociar agua en intervalos de 1 a 2 minutos cada 20 a 30 minutos permite que la humedad se evapore la piel del cerdo antes de comenzar el proceso de nuevo
El uso de paneles evaporativos en sistema de túnel de viento genera temperaturas de confort en el cerdo con resultados productivos importantes.
El Transporte de cerdos desde la granja a la planta de faena es el principal punto crítico en el final del proceso de producción cuando el estrés por calor está involucrado.
Las medidas a tomar para mantener a sus cerdos frescos y a ayudar garantizar el bienestar y la seguridad de los cerdos son:
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