Diego Hernán Cifarelli: "En el 2019, la cadena del trigo generó 210 mil empleos directos"

Miembro del consejo directivo de la Unión Industrial Argentina (UIA), tesorero de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), director del nuevo mercado a término de todos los cereales del país y el mercado a término de divisas (MATba-ROFEX), director deportivo de El Juninense y el presidente de Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM); son los cargos que desempeña Diego Hernán Cifarelli.

“Desde hace 23 años estoy trabajando en la molinería y hace 8 vine a Buenos Aires para desarrollarme como presidente de la federación, un desafío complejo porque hay que tratar de darle certeza a un volumen de empresas”, expresó.  

En la misma línea, explicó: “Nosotros tenemos una capacidad de molienda que supera el doble a nuestro país, ahí empiezan los desafíos: cuando hay exceso de oferta en un mercado, hay empresas que comienzan a vender de manera desleal”, a lo que agregó: “No es una tarea sencilla, se necesita mucho trabajo público-privado y estamos tratando de congeniar con el Estado para que ponga un pie en nuestro sector y nos saque el otro de encima con el tema de las retenciones”.  

Según indicó Cifarelli, la cadena del trigo es una de las más importantes del país; para el 2015 generó 160 mil empleos directos, desde los productores de la materia prima en el campo hasta llegar al producto final en la panadería o en cualquier comercio. Al respecto acotó: “Hoy por hoy, debemos estar en los 210 mil empleos”. 

En ese sentido, reveló que la industria estaba concentrada en cuatro provincias: La Pampa, Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires; en cambio, “hoy, ya se encuentra diseminada por el resto del país”, afirmó.  

“El concepto fundamental es cómo hacemos para agregar valor; cuando nosotros exportamos una tonelada de pan artesanal o de pan envasado, multiplicamos por 16 el valor de la tonelada de trigo exportado, mientras que si lo llevamos a harina, multiplicamos por 13.  En el medio es todo agregado de valor, empleo que se genera en todas las economías regionales; por eso  la importancia de que las autoridades entiendan que el valor agregado no es solo una frase linda, sino que se transforma en hechos y en precio”, expresó. 

“La molinería genera valor por cada peso, derrama en el resto de los eslabones. Por cada $1 que invertimos, generamos casi $3 y lo más interesante: por cada puesto de trabajo, se generan en el resto de las economías 2,5”, remarcó. 

Por otro lado, el presidente de FAIM informó que en la actualidad existen 143 molinos en el país y añadió: “Hace 15 años eran 77; estamos en un complejo agroindustrial que creció al doble, lo cual genera un gran desafío y una gran oportunidad”. Además, comentó que no solo son de capital privado, “son todas bien argentinas”, y continuó: “Somos el sector más añejo del país tuvimos tres molinos antes de la creación de la Constitución Nacional”. 

Sin embargo, aseveró: “Como fue creciendo la capacidad de molienda inversamente a la capacidad de consumo y, sobre todo, a la capacidad de crecimiento poblacional; se generó un problema y no tenemos otra opción que mirar al mundo como la única alternativa para salvar a las empresas”.  

“El poder ejecutivo dejó relegado el tema del ‘supermercado del mundo’ sabiendo cómo son las complicaciones que se viven con la presión tributaria, las altas tasas de interés y la inaccesibilidad que tienen las pymes”; no obstante, reafirmó: “Lo importante es que todos los sectores tengan un horizonte con un poco de sol. Nosotros tenemos claro cuál es el horizonte, la única alternativa de salvaguardar este sector y seguir creciendo es la exportación; nosotros tenemos dos caminos: exportamos o cerramos”, enfatizó y agregó: “Es mi desafío como presidente, nuestro mercado es el mundo como única alternativa, así que debemos ganar mercados”.  

A pesar de esto, Cifarelli comentó: “Venimos de años donde, por más que nosotros queríamos exportar al mundo, no teníamos la materia prima suficiente. Hoy, eso quedó atrás; el productor nos da una cantidad de trigo suficiente como para que podamos ponernos la 10, pero tenemos las retenciones que nos sacan de la cancha”.  

Al respecto opinó: “Hoy los sectores agroindustriales cargan con mochilas que no son nuestras. Una cadena agroindustrial como la del trigo que emplea a 210 mil personas, carga con la retención para soportar el peso de otros ámbitos del Estado, no es justo”. 

“Estamos contenidos, pero después de la contención se necesita acción. Hoy estamos cuartos en el mundo con 700 mil toneladas” y sumó: “No queremos el traspaso de dólares de un eslabón a otro, lo que queremos es  brillar cada uno en lo suyo sin que ninguno se pise”. “Ese objetivo que parece inalcanzable de 2 millones de toneladas, se planteó hace tres años, -antes de las retenciones-, pudimos llegar al millón, haciendo nada, solamente dejarnos crecer”, añadió.

Para concluir, manifestó: “La cadena del trigo no tiene techo, tenemos mucho por hacer, hay espacio para exportar pero lo que hay que entender es que no hay ningún eslabón que sea supletorio de otro, tenemos que trabajar todos bajo el mismo objetivo: engrandecer las cadenas”.  

“Celebramos el acuerdo con la Unión Europea, celebramos empezar a trabajar puertas abiertas. Nos tendremos que reconvertir, pero lo más importantes es que nos dejan volar y seguramente vamos a alcanzar el brillo”, finalizó.