l mundo pone cada vez mayor atención a las condiciones en las que se producen los alimentos. El cuidado del ambiente y la trazabilidad de los productos que se comercializan son ya moneda corriente entre las exigencias del mercado. “Si no trabajamos en esa línea nos va a costar mucho como país vender lo que producimos”, asegura Carlos Borla, el presidente de Tomás Hnos., la empresa fundada hace más de 140 años en Carlos Casares, en el centro oeste de la provincia de Buenos Aires.
El acopio surgió como muchos otros de su tipo. Hacia finales de 1880, Saturnino Llorente instaló una Casa de Ramos Generales “Llorente Hermanos” en el Pueblo Maya (hoy Carlos Casares). En 1902, se incorporó Manuel Tomás y para 1921 lo hicieron Aurelio y Álvaro Tomás. En 1946 la familia Llorente se retiró de la empresa, que pasó a llamarse Tomás Hnos. En 1980, Carlos Borla se sumó ante una demanda puntual y por un período de 6 meses. Pero se quedó. Y se convirtió en uno de los hacedores de la empresa de multiservicios que es hoy.
“Nuestras actividades se sostienen básicamente en tres ejes. Por un lado, el acopio y la comercialización de granos; por el otro, la venta de insumos a los productores; y finalmente, la siembra asociada en campos de terceros. Pero en cada una de estas nidades de negocios hacemos mucho hincapié en la sustentabilidad”, reafirma Borla, convencido de que el futuro de la agricultura pasa por un uso responsable y eficiente de los recursos naturales.
Con diez plantas de acopio desplegadas en el oeste de la provincia de Buenos Aires y una capacidad de almacenamiento que alcanza las 250 mil toneladas de granos, Tomás Hnos. ha sido una de las primeras firmas en implementar un manual de buenas prácticas dentro del acopio. “Trabajar bajo ciertos procedimientos y que distintos organismos te auditen, no solo brinda seguridad a los operarios sino también a los consumidores de esos alimentos, además de ayudarnos a hacer más eficientes en los procesos”, opina.
Como proveedores de insumos agropecuarios “hemos llegado a tener ventas por más de 50 millones de dólares”, apunta Borla y recuerda que la empresa organiza campañas y jornadas de capacitación que buscan concientizar a productores, aplicadores y clientes sobre el manejo de fitosanitarios y cuidado del ambiente.
Pero la mayor apuesta de la compañía reside actualmente en la extensión de su modelo de siembras asociadas en campos de terceros conjugado con un protocolo de Agricultura Sustentable Certificada (ASC). Se trata de una serie de normas generadas por Aapresid para producir en forma sustentable, cuidando los recursos ambientales, económicos y sociales.
“Generalmente el dueño de la tierra está muy comprometido con este tema, porque en definitiva los campos son la parte más importante de su patrimonio y buscan el cuidado de esos activos para no perder valor”, reflexiona Borla y acota que, por su parte, Tomas Hnos. aporta los insumos, el trabajo agrícola y un equipo técnico altamente capacitado que garantiza el cumplimiento de las buenas prácticas agrícolas: rotaciones de cultivo planificadas (trigo, cebada, girasol, soja y maíz), manejo eficiente del agua, balance de los nutrientes, incorporación de cultivos de servicio, conservación de la tierra, movimiento de carbono en el suelo, cuidado de la materia orgánica, y manejo integrado de malezas, entre otras.
Actualmente ya son 4.200 las hectáreas incorporadas a este plan de certificación, sobre un total de más de 35.000 hectáreas que trabaja la empresa -dos tercios bajo el modelo de siembras asociadas y el resto en alquiler-. El objetivo es continuar creciendo en superficie certificada con ASC.
Paralelamente, hace dos años la empresa creó el Campo Tecnológico Tomás (CTT) sobre la ruta 50, a 3 kilómetros de Carlos Casares. En las 72 hectáreas del CTT se testean las últimas tecnologías y prácticas en agricultura de precisión: drones, mapeos satelitales, mediciones, balance de nutrientes, fertilización y siembra variable, ambientación de lotes por capacidad productiva y balance de nutrientes, entre otras innovaciones.
“No se trata de una unidad de negocio, sino de una inversión”, aclara Borla y agrega que bajo el paraguas de la sustentabilidad agrícola convocan a que las empresas prueben y muestren sus últimas novedades. “Abrimos la experiencia a toda la comunidad y así nos transformamos en articuladores entre la oferta tecnológica de las empresas, el conocimiento de las instituciones públicas y privadas y los productores y asesores ávidos de volver más eficiente la producción”, relata.
Al compromiso con la sustentabilidad, Borla le suma otro componente clave para el éxito de Tomás Hnos.: el capital humano. “Luego de 34 años al frente de la compañía, puedo asegurar que el secreto de este negocio es contar con un equipo de trabajo sólido que te respalde”, dice el responsable de conducir los destinos de un acopio SXXI que hoy cuenta con 13 oficinas comerciales y 10 galpones de insumos que se extienden a lo largo del oeste bonaerense, sur de Santa Fe y Córdoba.
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