Belisario Álvarez de Toledo es presidente del Mercado Central de Buenos Aires, una corporación interestadual cuyo 33% pertenece a la Ciudad de Buenos Aires, 33% a la provincia de Buenos Aires y 33% al Estado Nacional, lo que lo ha dotado siempre de una muy buena independencia. Su principal característica es la ubicación estratégica: se encuentra muy cerca del aeropuerto de Ezeiza y del puerto de Buenos Aires y tiene salidas a la autopista Ricchieri y a la Avenida General Paz. Su superficie total ocupa 542 hectáreas, de las cuales en 33 hectáreas funciona el área de comercialización de frutas y hortalizas, divididas en 12 naves en donde están los puestos de 522 empresas mayoristas, con 872 puestos de venta en total.
Todos estos datos fueron aportados por Álvarez de Toledo a los que añade: “El volumen de la mercadería que pasa a través del Mercado Central de Buenos Aires es equivalente al 20 o 25 % del total de las frutas y hortalizas que se producen y se consumen en el total de la República Argentina”, y continúa: “En el año 2018 se hicieron 22.300 millones de pesos en transacciones comerciales, que equivalen a 900 millones de dólares”. En resumen, 1.4 millones de toneladas de mercadería pasan por el Mercado Central de Buenos Aires.
Hay operadores comerciales mayoristas y productores que tienen su puesto: importadores y exportadores, cooperativas y federaciones. A través de la promoción y el desarrollo de clientes, se aproxima gente interesada en hacer inversiones o en tener un puesto para poder ofrecer su mercadería. Además, agrega Álvarez de Toledo, en el predio del Mercado Central de Buenos Aires funciona “uno de los mejores laboratorios que existen a nivel nacional sobre frutas y hortalizas, hecho a nuevo, por lo cual se da cierta garantía sobre la mercadería que se está ofreciendo”.
Álvarez de Toledo señala: “El Mercado Central de Buenos Aires es una plataforma de negocios donde se encuentran la oferta y la demanda: los operadores, que ofrecen su mercadería, y los compradores que básicamente son fruterías o supermercados tanto del conurbano como de la Ciudad de Buenos Aires, se pueden encontrar”. En este sentido, remarca la importancia de que el Mercado sea eficiente y seguro: “Hoy es un lugar amigable para transitar y seguro para que la gente pueda ir y llevarse la mercadería que necesita. Tiene sus horarios, lo que hace que nosotros podamos controlarlo, y las reglas son iguales y para todo el mundo: hay horarios de carga y descarga, lugares donde tienen que estacionar, a quién se le puede vender, a quién no”.
Un dato no menor es que el Mercado aporta valor a la cadena de producción,;en palabras de su presidente: “Es parte de la política frutihortícola que tiene el Estado Nacional, la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires, y tiene que ser un vehículo para que esa política frutihortícola se exprese”. En la acción, lo que se ha hecho en los últimos años son inversiones: “El Estado Nacional invirtió y el Mercado compró 400 millones de pesos en iluminación, asfalto y seguridad, básicamente”.
Álvarez de Toledo, para concluir, refuerza la idea de un Mercado moderno, eficiente y reposicionado a nivel local, regional, nacional e internacional porque “es uno de los mejores mercados del mundo y se tiene que poder levantar su marca como históricamente fue pensada”.