andra Carolina Leal, experta en bienestar animal dio una clase magistral sobre las diferentes alternativas que se manejan para tener un rebaño en perfectas condiciones de salud, en condiciones de confinamiento. El estrés en los animales es otro de los elementos que perjudican notablemente al ganado.
«El confinamiento del ganado es un tema muy variado y se requiere que se ajusten muchos procesos a detalle y en la medida en que se ajustaron todos esos procesos fueron desapareciendo los productores que desarrollaban esta práctica. Solo quedaron con ese proceso los que poseen estructuras fuertes para poder soportarlo, porque el confinamiento tiene altos costos y necesita mucha eficiencia para que sea rentable».
Considera la entrevistada que muchos productores iniciaron esta práctica en el país, pero al apreciar las dificultades que se presentaban optaron por volver al viejo y tradicional sistema de crianza de los animales.
Al respecto salta la interrogante ¿Por qué muchos ganaderos abandonaron la alternativa del confinamiento?
«Se requiere mucha inversión en infraestructura y además tiene costos operativos muy altos por el tema de la dependencia a la ración y el margen es muy chico. Entonces, se necesitan volúmenes muy grandes por lo cual es una gran inversión para tener una adecuada infraestructura» sostiene la experta.
Cuando se habla del negocio de la ganadería en confinamiento manifiesta que está referido al volumen por lo que se quedaron solos los confinadores que son realmente grandes.
La entrevistada presentó a continuación el tema referido al confinamiento del ganado en época de lluvias para lo cual consideró importante definir qué es el bienestar animal.
«El bienestar animal es la situación en la cual los individuos (ganado) se encuentran en completa armonía con su entorno, se sienten cómodos y si tienen alguna dificultad se realizan los ajustes para enfrentar esos inconvenientes y poder adaptarlos para encarar el desajuste de la armonía con el entorno», destaca la estudiosa del tema.
Estima importante que se entienda que se debe cumplir con las condiciones de bienestar físico y sicológico, por lo que considera se debe entender que los animales también tienen una psiquis y eso se debe empezar a manejar.
Refirió que la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) dio a conocer cinco parámetros que se deben cumplir y en base a ellos cada productor debe comenzar a autoevaluarse. A esos parámetros se les llama también cinco libertades.
Esas libertades se ubican en que los animales deben ser libres de hambre, sed y desnutrición, por lo que se debe cumplir con todos los requerimientos nutricionales.
Igualmente, deben estar libres de miedos y angustias, recordando que los seres humanos son sus depredadores y por ende son la mayor causa de temor para el ganado.
De igual forma, deben estar libres de sufrimiento físico y térmico por lo que estima se les debe dotar de infraestructura y condiciones ambientales adecuadas.
También señala que se puede trabajar con razas adaptadas, es decir, aquellas que hayan generado mecanismos de adaptabilidad a lo largo de la historia.
Asimismo, deben ser libres de dolores, enfermedades y lesiones para lo cual hay programas sanitarios preventivos que son más económicos que los curativos.
Cumpliendo con las cinco alternativas mencionadas, la experta asegura se podrá definir que es un estrés y en cuáles condiciones se produce. Esto produce desajustes y en el animal puede ser a corto o a largo plazo.
«El corto plazo se presenta, por ejemplo, con el transporte pues todos los animales bovinos lo sienten y ello genera la liberación de hormonas como la adrenalina que hace que defeque y orine. Ese es el principal factor de estrés en el ganado».
El estrés a largo plazo, argumenta, es diferente porque puede ser por problemas de manejo o los mismos problemas que puedan existir dentro de la manada debido a jerarquías o el tema ambiental.
Refiere la entrevistada que ese último estrés afecta los problemas fisiológicos del ganado, en su metabolismo porque produce la pérdida de dinero para el productor por cuanto baja la producción de carne, leche y disminuyen los procesos de reproducción entre otros factores.
«El ganadero tiene que realizar un proceso de auto evaluación porque le gusta ir a ver a sus animales por lo que debe, junto a sus operarios, realizar un trabajo de seguimiento y evaluación del comportamiento de los animales».
Colocó, como ejemplo, que, si el ganadero aprecia que un animal está alejado del rebaño o dentro del mismo corral, significa que algo está pasando con él.
Por ello señala que se debe orientar a los vaqueros para que estén pendientes en este tipo de anormalidades a los fines de tomar las medidas pertinentes. Se trata de un proceso de aprendizaje necesario para la protección del ganado.
En estas temporadas de intensas lluvias y bajo un confinamiento se presenta un ambiente bastante crítico para manejar y es allí donde considera la experta, aparece la enfermedad, es decir la ausencia del proceso de salud.
«Es allí donde se debe identificar la enfermedad y cómo curarla lo cual sale muy costoso y se produce porque el ganadero no tomó las medidas preventivas adecuadas».
En cuanto a las condiciones ambientales de humedad y de altas temperaturas en estas temporadas señala que los confinadores deben manejar el tema del estrés térmico.
«Todos los seres vivos manejamos una zona de termo confort y cada raza tiene zonas diferentes, así, a bajas temperaturas, se produce una disminución en la producción, igualmente, un estrés calórico también causa la baja producción», agrega.
Punto importante de su exposición se centra al señalar que se han creado unos índices de temperatura – humedad en los que se hace una relación de esos dos factores y se puede apreciar que tan adaptado está el animal a las altas o bajas temperaturas.
Se refirió a las diferentes razas y sus condiciones que tienen con la humedad para lo cual se deben tomar medidas correspondientes en base a mallas sombras que protegen al animal.
Considera que antes de comenzar a llevar adelante los confinamientos se debe establecer si es por el término de un año o si es solo para la temporada de lluvias. Para ello es necesario tomar en cuenta si poseen la infraestructura adecuada para ponerla en práctica.
Se debe tomar en cuenta que muchos confinamientos tienen áreas de potreros en los que el ganado sale a alimentarse con la correspondiente suplementación.
«De esa manera, no habrá ningún tipo de perjuicios con respecto al tema de salud de los animales en el confinamiento.
Otro tema importante es el referido a las moscas que se presentan cuando hay temperaturas y humedades altas. Estos insectos, según lo reseña, son un factor grave para el ganado, porque lo predisponen a otras enfermedades.
Recomendó a los ganaderos trabajar en el tema de la infraestructura en aspectos como los corrales, el manejo de efluentes, el cuido sobre la contaminación de los cursos de agua, entre otros temas.
Aseguró que en Bolivia se cuenta con una buena producción pecuaria. Es satisfactorio ver el esfuerzo que hacen los productores en mejorar, en invertir en tecnología, en asesoramiento, en adquirir conocimientos y capacidades para lograr mejores niveles.
«Los productores ganaderos de los departamentos del Beni y Santa Cruz han demostrado un gran interés por mejorar cada día invirtiendo en tecnología; buscan asesoramiento con la finalidad de estar al día con los avances tecnológicos que se vienen produciendo en el sector», argumentó para culminar.
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