a siembra de maíz para grano comercial disminuiría en alrededor de 100.000 hectáreas, lo que significaría una caída del 1,6% en relación a la campaña previa. Así lo informó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) que, a pesar de una buena relación insumo-producto, recortó la superficie estimada a causa de la escasez de lluvias.
No obstante, la entidad aclaró que pese a la menor siembra, que se estima en 6,2 millones de hectáreas, la superficie igual sería un 13% superior a la de las últimas cinco campañas.
“Los Núcleos Sur y Norte presentan una escasa reserva hídrica, que provocaría una reducción en el área destinada a siembras tempranas. Sobre la provincia de Córdoba, donde gran parte de los planteos se vinculan con siembras tardías, la intención se mantiene cercana a la campaña previa. Hacia el norte del área agrícola la imposibilidad de concretar la intensión de siembra de trigo y luego girasol en la provincia de Chaco, daría lugar a una leve expansión del maíz”, expresó la BCBA.
Asimismo, la entidad señaló que la evolución del clima será fundamental para concretar las proyecciones, a la vez que remarcó, como aspecto positivo, que la implantación se puede estirar hasta entrado el verano gracias a las siembras tardías.
“La perspectiva climática pronostica lluvias moderadas durante septiembre, que en conjunto con reservas hídricas ajustadas relevadas al día de hoy, ponen un interrogante en la evolución de las labores. Ya hacia el mes de octubre, las lluvias comenzarían a registrarse en el este del país, tendencia que se reafirmaría en el mes de noviembre”, sostuvo.
Por último, resaltó que “ingresando al verano, las lluvias continuarían relevándose con valores normales sobre gran parte del área agrícola. A pesar de esto, se observan registros moderados en sectores de las provincias de Santa Fe, Santiago del Estero y Córdoba. Durante febrero, las precipitaciones se concentrarían en el este y norte del país, y se prevén valores moderados en el sur y oeste del área agrícola”.