on la rúbrica del Gobernador de la Provincia, los elefantes del Ecoparque Mendoza se preparan para vivir en el único santuario de elefantes en Sudamérica, que cambiará de paradigma la forma de vivir de estos animales. Se trata de una experiencia de trascendencia internacional que cuenta con un importante apoyo gubernamental y social.
En el marco del Plan de Derivación de Animales de la Dirección Ecoparque Mendoza, y en cumplimiento con lo estipulado por la Ley Provincial 8945, tres elefantes asiáticos (Elephas maximus) y una elefanta africana (Loxodonta africana) se alistan para ir a vivir al Santuario de Elefantes Brasil (SEB). El destino cuenta con ambientes naturales adaptados para mejorar y garantizar la calidad de vida de los elefantes, además de infraestructuras y un equipo humano altamente calificado.
La firma del acuerdo se realizó en la Casa de Gobierno, encabezada por el Gobernador Rodolfo Suarez, acompañado por el secretario de Ambiente y Ordenamiento Territorial, Humberto Mingorance; la directora del Ecoparque Mendoza, Mariana Caram; el presidente del Santuario, Scott Blais (vía streaming), y el representante de la Fundación Franz Weber, Leandro Fruitos.
Luego de la firma, Suarez destacó el trabajo que se realiza desde el Gobierno de Mendoza. “Quiero agradecer especialmente a todo el equipo de la Secretaría de Ambiente y del Ecoparque. Con estos procedimientos les estamos devolviendo a los animales un poco de la libertad que perdieron en el encierro”, sostuvo el mandatario. Y detalló que durante el proceso “se analizaron muy bien los lugares a donde llevamos cada animal para darles las garantías”.
El Gobernador remarcó: “Estamos continuando con el trabajo de mantener al Ecoparque de Mendoza como un modelo a seguir, por eso continuamos con el traslado de animales a reconocidos santuarios naturales del mundo, velando por su mejor calidad de vida. Entendemos que el mundo está cambiando de paradigma y los animales no merecen ser un objeto de exhibicionismo para el entretenimiento de los demás”.
Desde diciembre de 2016 se trabaja intersectorialmente para lograr la derivación de Pocha, Guillermina, Tamy (familia de elefantes asiáticos) y Kenya (elefanta africana) a Brasil. El acuerdo significa la donación de los animales al Santuario, sujeta a la obtención de los permisos internacionales que corresponden para cada individuo en cuestión. Para esto se contó con la venia de organismos de control y de las instituciones que forman parte del Consejo Consultivo del Ecoparque.
Atento a las restricciones generadas por la declaración de la Emergencia Sanitaria, Social, Administrativa, Económica y Financiera, prevista en los Decretos 359/20 y 401/20 del Gobierno de la Provincia de Mendoza, el Santuario se hará cargo de los gastos de traslado de Pocha y Guillermina. Ofrece, además, contenedores especiales de su propiedad para concretar el traslado de ambas a la mayor brevedad posible, previsto para este año.
Por tratarse de un traslado internacional, las gestiones administrativas involucran a ambas naciones latinoamericanas, para lo cual ha sido indispensable contar con la predisposición y compromiso de todas las autoridades estatales parte. Desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación Argentina se ha brindado el apoyo técnico pertinente referido a la obtención de todos los permisos necesarios para acompañar este traslado y continúan las gestiones conjuntas para asegurar este prometedor nuevo destino para las elefantas.
Es de destacar, además, el sólido apoyo técnico que a lo largo de estos cuatro años han prestado la Fundación Franz Weber (FFW) y el Santuario para hacer un seguimiento exhaustivo de la situación de los animales, tanto en lo que respecta a su bienestar integral como a su salud física, para prepararlos para su adaptación óptima al nuevo espacio.
Las condiciones de cautividad en las que han crecido y se han desarrollado los elefantes en el exzoológico de Mendoza distan ampliamente de los requerimientos mínimos que garantizarían una base de bienestar para ellos. La falta de espacio para Pocha y Guillermina; la falta de congéneres para Kenya y Tamy son devastadoras para estos seres. No tan solo se trata de una cuestión de dimensiones espaciales, sino del clima impropio de Mendoza para las especies involucradas, que en invierno sufren las bajas temperaturas a pesar de los sistemas de calefacción que se han habilitado especialmente para ellos.
La bibliografía científica advierte firmemente sobre las vulnerabilidades en general que propicia el cautiverio en los elefantes, que padecen enfermedades físicas y psicológicas que no se observan en el ambiente salvaje. A pesar de recibir atención veterinaria, los elefantes en cautiverio sufren ampliamente la falta de libertad, movimiento, interacción con congéneres, lo que los hace más propensos a desarrollar obesidad, artritis, problemas en las patas y trastornos reproductivos y psicológicos. Además, pueden desarrollar una variedad de comportamientos anormales, como balanceo estereotípico.
Conociendo esta realidad, la Dirección Ecoparque Mendoza se ha ocupado en los últimos cuatro años de evaluar la mejor alternativa para ofrecerles a estos animales condiciones de vida óptimas en un nuevo destino, y al mismo tiempo, mejorar su calidad de vida en el predio todo lo posible hasta tanto se produzca su derivación.
En marzo de 2017, la FFW posibilitó la visita de Scott Blais al Ecoparque de Mendoza para diagramar las tareas in situ necesarias en el acondicionamiento de los animales para el traslado al Santuario. En diciembre de 2017, también FFW facilitó la llegada a Mendoza del veterinario y especialista en cuidado de elefantes asiáticos Dr. Rinku Gohain, junto a Katherine Blais, con el objeto de hacer una evaluación médica general, comportamental y de bienestar de los cuatro elefantes.
Por otro lado, se entrenó a Kenya para poder acceder a una herida crónica en su colmillo, y limpiar y tratarla sistemáticamente con medicamentos. Para ello, el Ecoparque Mendoza, y por recomendación del Santuario, contrató a los cuidadores de Bioparque La Plata especializados en condicionamiento operante con refuerzo positivo. Gabriel Gómez y Andrés Defeis, durante tres semanas de agosto de 2018, trabajaron con Kenya y capacitaron a los cuidadores del Ecoparque Mendoza para asistir en el procedimiento médico. El resultado fue completamente exitoso y, desde ese momento, Kenya recibe tratamiento para mantener su problema crónico en el colmillo bajo control.
En setiembre y octubre de 2018, el Ecoparque Mendoza solicitó los servicios de la especialista en el cuidado de elefantes del Zoológico de San Diego (EEUU) Karissa Reinbold, quien trabajó en conjunto con los cuidadores locales de los elefantes durante seis semanas en el condicionamiento operante con refuerzo positivo de los elefantes. Durante esta visita, el Ecoparque convocó nuevamente al cuidador Gabriel Gómez para colaborar con la especialista, dada la complejidad de los trabajos a realizar. El objetivo fue preparar a los animales para que respondan a los requerimientos médicos y de manejo para el traslado al santuario.
Durante los meses de octubre y noviembre de 2019, la especialista Karissa Reinbold permaneció en Mendoza un mes y medio, conjuntamente con otra especialista estadounidense, René Green, para continuar los entrenamientos, esta vez focalizadas especialmente en Pocha y Guillermina. El objetivo fue contribuir en los entrenamientos finales para su inminente traslado a Brasil. Esta intervención también fue posible gracias al aporte de FFW para solventar los gastos de pasajes, honorarios y estadía de las entrenadoras en nuestra provincia.
Todo el trabajo descrito fue siempre acompañado por los cuidadores de los elefantes del Ecoparque Mendoza, quienes han mostrado una habilidad, un compromiso y un entusiasmo para conocer las nuevas técnicas que fue muy apreciado y agradecido por todos los especialistas. Así, al partir los especialistas, el trabajo con los elefantes continuaba en el predio liderado por sus cuidadores.
SEB es una organización sin fines de lucro que ayuda a transformar las vidas y el futuro de los elefantes cautivos en América del Sur. Su origen se remonta a 2012, a partir de la alianza internacional entre ElephantVoices y Scott Blais, cofundador de The Elephant Sanctuary en Tennessee, EEUU. Esta alianza dio lugar a Global Sanctuary for Elephants, que en 2013 sienta las bases de la Asociación SEB en suelo brasileño.
El Santuario obtuvo la habilitación de operación por parte del gobierno brasileño en 2018. Y recientemente certificó estándares de excelencia por parte de The Global Federation of Animal Sanctuaries, convirtiéndose en la única institución latinoamericana con este prestigioso aval.
Se valora positivamente que el Santuario es una instalación diseñada para satisfacer las necesidades individuales y específicas de los elefantes que han permanecido cautivos, posibilitando una nueva vida en ambientes naturales y en convivencia con otros congéneres. También cuenta con:
un predio con cierre perimetral robusto y divisiones internas construidas adecuadamente para evitar que personas y animales no deseados entren y salgan de las zonas donde se encuentran los elefantes, garantizando la seguridad y la comodidad tanto de los elefantes como de las personas que están a su cargo;
un clima donde los elefantes pueden estar cómodos al aire libre durante todo el año, excepto en un evento de clima extremo, para los cuales hay sectores de resguardo;
áreas adecuadamente variadas que aseguran la salud de los elefantes, con estimulación física y mental durante un ciclo de 24 horas, de acuerdo con el ritmo natural indicado por la biología del elefante salvaje;
un hábitat suficiente que le permite al elefante obtener la mayor parte de su ingesta nutricional a través de la búsqueda natural de alimentos;
opciones de refugio para elefantes, desde eventos climáticos extremos hasta variaciones climáticas normales;
instalaciones para individuos y grupos de elefantes especialmente diseñadas que permiten la introducción segura de individuos a otros y también al grupo; la introducción segura de un grupo a otro, la provisión de tratamiento médico y el aislamiento de individuos y grupos con fines de cuarentena;
seguridad, protección, espacios cómodos, instalaciones y equipo para que los cuidadores alimenten, rieguen y proporcionen tratamiento y capacitación médica específica centrada en los elefantes que pueden ser necesarios para ayudar en su rehabilitación;
instalaciones seguras para el almacenamiento de suplementos de elefante y equipos de mantenimiento;
instalaciones seguras para el manejo de registros de animales y otras funciones administrativas asociadas con la operación del santuario;
acceso para vehículos pesados para propósitos específicos;
provisión adecuada para especialistas invitados que pudiesen satisfacer cualquier necesidad de los elefantes, evitando todos los conflictos potenciales entre el bienestar del elefante y la seguridad de las personas.
Los elefantes se benefician considerablemente en la nueva ubicación, ya que el área de distribución original de la especie se encuentra en latitudes similares a las cuales se encuentra SEB. El Santuario presenta un bioma apropiado para la especie, posee recintos completamente naturales disponiendo de matorrales y áreas abiertas cubiertas de vegetación. Cada recinto tiene dimensiones muy amplias (entre 40 y 400 hectáreas cada uno). Allí se les proveen dietas excepcionales a los animales y tienen atención veterinaria de alta calidad durante toda su vida. En los recintos internos la temperatura está controlada en un valor constante todo el año, y los animales tienen libre acceso a ellos.