l chocolate puede sorprendernos y resultar más beneficioso de los que creemos. Se elabora con las semillas del árbol de cacao como materia prima y puede ser una gran fuente de antioxidantes.
Numerosos estudios han demostrado que el chocolate amargo puede mejorar nuestra salud y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Entre sus beneficios pueden mencionarse su alto nivel nutritivo, constituye una poderosa fuente de antioxidantes, mejora el flujo sanguíneo y disminuye la presión arterial, protege la piel del sol y mejora la función cerebral, entre otros.
Es importante recordar que, si bien existen evidencias considerables de que el cacao provee de poderosos beneficios para la salud, siendo especialmente protector contra las enfermedades cardiovasculares, se recomienda: consumirlo de manera moderada, seleccionar chocolates amargos de calidad, orgánicos y con un alto contenido de cacao.
Compartimos dos recetas para que puedas incorporar este delicioso alimento a tu dieta de una manera sana y divertida:
- Ingredientes
- Pasos
1- Mezclar el jugo de naranja, el huevo y el edulcorante.
2- Agregar el salvado de avena, la harina integral, el cacao amargo, la miel y por último incorporar el polvo de hornear con movimientos envolventes para incorporar la mayor cantidad de aire posible. Quedará una mezcla semilíquida con burbujas.
3- Luego verter en moldes de muffin o en moldes comunes previamente enmantecados y enharinados. Verter dos cucharadas de mezcla en cada espacio (la idea es que queden bajitos). Hornear por 10-15 minutos a fuego medio. Si los hiciste en forma de muffins les podes hacer el agujerito con un cuchillo o dejarlos así.
4- Derretir chips de chocolate amargo agregar sobre las donas. De esta manera podes disfrutar de estas dona saludables y súper deliciosas.
- Ingredientes
- Pasos
1- Para comenzar, le quitamos la piel a las naranjas sin llegar a la pulpa, con ayuda de un pelador. Luego, los cortamos en juliana.
2- Blanqueamos la piel para sacarle el amargor. Para ello, colocamos las naranjas cortadas en una cacerola con agua hirviendo. Cuando la piel del cítrico vuelva a hervir, está blanqueada.
3- Confitamos la piel en una cacerola con la taza y media de agua limpia y el azúcar. Luego, cocinamos a fuego medio. Una vez que está cocida, dejamos enfriar durante al menos una hora para que se seque.
4- Pasado ese tiempo, mojamos la piel confitada solo hasta la mitad con el chocolate fundido. Dejamos que se seque y servimos.