Producción de soja y maíz bajo agroecología en el norte de Córdoba

iere significa suelo en Friulano (la población de la zona es de origen de Friùli, Italia. Según la Ing. Mariela Puerta, coordinadora del grupo señaló: “Nuestro objetivo es buscar una forma de producción sustentable que desactive el conflicto social que se ha incrementado por el uso de agroquímicos en zonas periurbanas. Buscamos propiciar una ciudad más ecológica y productiva”.

Si bien las acciones del grupo arrancaron por los cultivos intensivos, en la campaña pasada ya iniciaron un segundo año de experiencia en soja y maíz.

Los lotes donde trabaja el Grupo Tiere son tres: el primero son 100 has en la zona rural de Colonia Caroya, el segundo 200 has. en la zona de San Lorenzo al pie de Sierra, y el tercero 200 has. agrícolas en la zona de Tulumba dentro de un campo de 3.400 has ganaderas.

En los tres lotes se sembraron, en este segundo año, materiales tradicionales. “Fuimos probando esos materiales y lo más complejo de las transiciones es reducir el uso de herbicidas. Lo más complicado es controlar malezas, en plagas y enfermedades existen productos biológicos, bio insumos, que funcionan muy bien solo que hay que aprender a usarlos. Los bio insumos tienen otra lógica de uso completamente diferente a la de aquellos productos con síntesis química”, sostiene.

Durante el primer año probaron cultivos de servicio que por la zona no tienen un buen desarrollo por la baja humedad. “Este segundo año sembramos policultivo, sembramos de 2 a 4 y hasta 5 variedades según los lotes para obtener más volumen y así competirle a las malezas. Además, son especies con diferente profundidad de raíces que repercute en la reposición de nutrientes.  Las estrategias utilizadas fueron policultivos de vicia, arveja, rabano, melillotus, y avena strigosa en la zona de Colonia Caroya, y Centeno al voleo con maíz en la zona de San Lorenzo. En todos los campos se preservaron corredores biológicos de vegetación espontanea para manejo integrado de plagas, y hasta se utilizó un fertilizante foliar biológico.  Como curasemilla se aplicó inoculante biológico en soja y Trichoderma en maíz”.

Para hablar de resultados afirman: en la campaña pasada todos estos lotes ya sumaron su segundo año de producción agroecológica. Y en la campaña pasada en el lote 2 se obtuvieron 8.000 kilos de rinde de maíz mientras que en el lote 1 se lograron 3.000 kilos /ha de soja no GMO. Pero la clave no está en los rindes sino en la reducción de costos. Ya que en estas experiencias productivos el Grupo Tiere afirma que se pudo reducir el costo de producción en un 60%.

Como conclusión Mariela Puerta afirma: “No se puede pensar de un año para el otro hacer algo 100% agroecológico, consideramos que es una transición. Es una agricultura de proceso y con el tiempo esos procesos tienen que ir reduciendo el uso de agroquímicos para usar cada vez menos por lo perjudiciales que pueden ser para el ambiente y por su costo».

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