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as mezclas forrajeras contribuyen a estabilizar los suelos y a recuperar su fertilidad. Al mismo tiempo, la implantación de diferentes especies permite utilizar de una manera más eficiente los recursos.
Las mezclas otorgan equilibrio y optimizan el rendimiento de los diferentes cultivares que las componen. De esta forma, se diversifica la producción, al tiempo que se reduce el riesgo de perder toda la biomasa frente a escenarios extremos.
En la Estancia La Esmeralda, ubicada en la localidad de Ceres, provincia de Santa Fe, se implantaron mezclas forrajeras con el objetivo de incorporar a la producción ciertos lotes heterogéneos.
Para esto, se seleccionaron especies con diferentes potenciales de producción, rusticidad y calidad, que lograron sinergia y una óptima producción en dichos suelos.
En este caso, se utilizaron las siguientes mezclas:
- Grama Rhodes Katambora y Grama Rhodes Callide.
- Grama Rhodes Katambora y Panicum Coloratum.
- Grama Rhodes Katambora, Melilotus y Panicum Coloratum.
- Moha y Lespedeza.