esde hace más de treinta años, la Argentina comenzó con el confinamiento del ganado de carne, a pesar de que parecía que el sistema pastoril nunca le daría paso al engorde a corral con dietas basadas en cereales y alta energía. Los incrementos en los precios de los cereales y oleaginosas hicieron que la agricultura quite espacios a la ganadería, lo que aceleró el proceso de intensificación, transformándose en una actividad que no solo tendría razón de ser cuando el maíz estuviera barato.
La carne más cotizada en los mercados del mundo proviene de animales engordados a corral (feedlot). Estos sistemas garantizan calidad de carne en lo que se refiere a terneza, jugosidad y marmóreo; ello, sumado al control sanitario estricto realizado en establecimientos profesionales, garantiza un producto de alto valor y seguridad.
Estados Unidos, Australia y Sudáfrica llevan la delantera a la hora de maximizar eficiencia. La Argentina debe incrementar el peso de faena para aprovechar las ventajas de respetar las normales curvas de crecimiento animal, sacando los máximos kilos de res de acuerdo a la adaptación de las razas carniceras con las que contamos.
La recría eficiente es necesaria y posible de implementar. Esto ayudará a lograr más kilos a menores costos en las etapas iniciales, período en el que el animal debe ganar en estructura (hueso y musculo). Si se logra ingresar al corral de finalización con 250/270 kg en machos y algo menos en hembras, sería sencillo terminarlos por encima de los 420 kg, con mejoría incluso en la calidad de carne, con un engrasamiento lógico y con costos mucho más ajustados.
Día a día debemos mejorar la eficiencia, y eso se logra valorando la calidad del ganado a ingresar en los corrales, teniendo en cuenta que un animal de calidad con buena historia nutricional y sanitaria estará preparado para expresar su máximo potencial productivo, superando hasta en un 30% a un animal de mala calidad y/o historia inadecuada. Esto se verá reflejado en mejores índices de conversión y menor costo por kilo producido.