ueden responder a estilos más formales, naturalistas, tropicales, modernos o clásicos. La topografía puede nutrir el proyecto: jardines con accesos escalonados, suaves o abruptos, para salvar pendientes o con lomadas para dinamizar el espacio. Cualquiera sea el recurso, la idea es sumar soluciones que acompañen bien la fachada.
La premisa fue entrar a través de un jardín, transmitir la sensación "estar rodeados de plantas". La propuesta del paisajismo desestructura la simetría de la arquitectura.
La entrada a la casa recorre un espacioso sendero de cemento, suavemente escalonado y flanqueado por grandes maceteros, dispuestos así para elevar la vegetación. Azareros enanos (Pittosporum tobira Wheeleri) y jazmines del cielo blancos (Plumbago capensis Alba) consolidan la volumetría de los canteros.
El perímetro del primer piso aloja una tira verde de azareros combinados con Vinca minor en maceteros, que le aportan a la arquitectura las sinuosas formas de los arbustos.
El paisajismo debía "sostener" la casa y disimular los maceteros.
Especies resistentes a la sal y una combinación de azareros enanos, formios verdes y de color bordó (var. Atropurpurea), dietes, agapantos blancos y jazmines viste el frente de la casa.
Las especies se mueven con el viento casi permanente del lugar y generan un jardín con estructura, pero sin embargo bien suelto en contraposición con la moderna arquitectura.
Este jardín acompaña el moderno y sintético estilo inglés de la arquitectura, logrado a través de la combinación de especies de estructura suelta, silvestre, sumado al orden los setos de buxus estrictamente podados que organizan el espacio.
Perovskias, agapantos, tulbagias, dietes, stipas, achileas y salvias dispuestas en grupos ocupan toda la superficie destinada para una plantación con criterio estructural, cromático y por época de aparición de las flores.
La premisa fue que el ingreso estuviera rodeado de vegetación, para propiciar la sensación de frescura mediante especies tropicales, sueltas, sumadas a los dos estanques que flanquean el acceso por la pagoda.
Los volúmenes se trabajaron con el objetivo de que dialogaran entre sí y con el bloque central, que genera el acceso y aloja el patio de entrada.
La madera reviste la mampostería, aliviana y logra mayor calidez; y las tejas negras remiten al sudeste asiático.
El volumen central conecta con las dos alas laterales de la casa.
La Nación