Por Agroempresario.com
El invierno 2025 sorprendió a profesionales y aficionados con heladas históricas que afectaron gravemente los jardines de Argentina. Las bajas temperaturas registradas a fines de junio dejaron daños profundos en la vegetación y el suelo, generando un desafío sin precedentes para la recuperación de los espacios verdes.
La paisajista y jardinera Caro Diotti, experta reconocida en el cuidado y diseño de jardines, explicó a Infobae Deco que estas heladas “fueron tan cruentas, tan duras que terminaron helando gran parte de las plantas”. Incluso en ciudades como Buenos Aires, donde este tipo de frío extremo es inusual, los daños han sido visibles y requieren nuevas técnicas para enfrentar este fenómeno.
Las heladas extremas de este invierno causaron la pérdida de biomasa vegetal, dejando gran parte del suelo expuesto y vulnerable a la erosión. Diotti destaca que “se vivieron heladas como nunca antes, lo que hizo que los métodos tradicionales de prevención y cuidado sean insuficientes”.
Uno de los consejos fundamentales que comparte la especialista es adelantar la poda de invierno, una técnica que habitualmente se realiza al final de la estación para estimular el rebrote en primavera. Sin embargo, advierte que no todas las plantas deben podarse inmediatamente. “Algunas especies con estructura densa utilizan sus partes dañadas para proteger los brotes que crecerán. Si podás muy temprano, las nuevas y delicadas yemas pueden quedar expuestas a las heladas posteriores”, indica.
Por lo tanto, la recomendación es evaluar cuidadosamente cada planta para decidir el momento ideal para la poda, combinando intervención con paciencia y observación. Según Diotti, “la naturaleza tiene sus propios mecanismos de protección, y debemos respetarlos para no agravar los daños”.
El suelo desnudo tras el invierno es uno de los mayores riesgos para los jardines, ya que la exposición aumenta la erosión y el daño por nuevas heladas. Para contrarrestar esto, Caro Diotti aconseja limpiar el terreno, eliminar malezas y distinguir los brotes de flores que sobrevivieron, como las amapolas, para no arrancarlos por error.
Además, recomienda la aplicación de compost y materia orgánica para nutrir y proteger el suelo. “Acolchar con chips de ramas trituradas, corteza de pino, hojas secas o fardos de alfalfa ayuda a mantener la humedad y atemperar los efectos de las heladas”, señala la paisajista.
El uso de trituradoras domiciliarias para reciclar restos vegetales no solo reduce residuos, sino que genera un ciclo virtuoso que enriquece el suelo y mejora su resistencia frente a condiciones climáticas adversas.
El diseño del jardín también juega un rol fundamental en invierno, cuando la vegetación se reduce y la estructura del espacio queda más visible. Diotti recomienda plantar especies resistentes a las heladas en puntos focales, como pastos ornamentales o arbustos que mantengan su porte durante el frío.
Además, el uso de tutores y elementos verticales ayuda a conservar el interés visual cuando muchas plantas están podadas o dañadas. Este enfoque estructural fortalece la estética y la salud general del jardín en invierno.
Pensando en temporadas futuras, la especialista destaca la importancia de anticipar las heladas cubriendo plantas sensibles con tela antihelada, especialmente árboles jóvenes y especies perennes o semi persistentes durante sus primeros años. También señala que las plantas tropicales, cada vez más frecuentes en jardines argentinos, necesitan cuidados especiales para sobrevivir al frío intenso.
En cuanto al riego, aunque las plantas demandan menos agua en invierno, mantener una humedad adecuada ayuda a mitigar el impacto de las heladas, especialmente durante períodos secos. “El agua atempera los efectos fuertes del frío”, señala Diotti.
Lejos de ser una estación de inactividad, el invierno se presenta como un momento ideal para realizar modificaciones estructurales en el jardín: ampliar canteros, reubicar árboles o modificar el trazado de las plantas. Durante la latencia, el trasplante y la reorganización son menos estresantes para las especies, facilitando un desarrollo más sano en primavera.