E
ntre estos tipos de forrajes conservados, el silo de grano húmedo es una alternativa de alto valor estratégico, debido a su poder nutritivo, y la elasticidad que ofrece para el manejo del cultivo y del lote.
Así lo explica un estudio presentado en fecha reciente, por un grupo de especialistas del INTA y de la actividad privada, difundido desde el INTA Manfredi. En él se sostiene que el silo de grano con alto contenido de humedad como un integrante de la dieta de ganado bovino, ofrece ventajas comparativas de manejo y de aumento de la calidad nutricional.
Explican los especialistas, que el silo de grano húmedo es una técnica de conservación muy adoptada en la actualidad, y por lo tanto, es importante repasar algunos de sus factores principales de manejo, para aumentar el retorno de la misma en la alimentación del rodeo.
Algo a recordar es todo lo referente a compactación, sellado, extracción, nuevamente sellado finalizada la extracción y suministro, los que son aspectos que demandan el máximo cuidado y dedicación por parte de quien maneja el silo.
El silo de grano húmedo se puede ensilar mediante alguna de las siguientes variantes:
Desde el punto de vista nutricional, los granos húmedos tienen una mayor digestibilidad del almidón a nivel ruminal. Por ello, se debe controlar el nivel de suministro para evitar acidosis. En términos generales, en dietas que de por sí son húmedas y con escasa FDNef (fibra detergente efectiva) -con base pasturas tiernas suplementadas con silajes-, se recomienda no superar los 3 a 3,5 kg de MS/vaca/día de silaje de grano húmedo y completar el resto, si fuera necesario, con grano seco y en lo posible aplastado, no molido.
La humedad del grano al momento de la cosecha y ensilado es uno de los factores determinantes del éxito de esta técnica.
Un rango de humedad adecuado a la cosecha de entre el 25 al 35 %, permite lograr que los granos “estén llenos”, es decir que hayan alcanzado el máximo de acumulación de almidón -madurez fisiológica-, pero resguardando y potenciando la digestibilidad del mismo a nivel ruminal, y también favorece una buena fermentación durante la etapa de estabilización del silo, lo que asegura la conservación en el tiempo, con el mínimo de pérdidas de calidad.
Junto con la humedad en nivel de importancia, previo al ensilado, los granos deberían quebrarse en un tamaño apropiado, en función de la humedad del material. Siempre se recomienda el partido fino, especialmente en sorgos, ya que permite una muy buena compactación, mejor extracción del aire y por lo tanto una apropiada transformación de los azúcares solubles a ácido láctico. El grano húmedo que se ensila entero o partido muy grueso -en 4 a 6 trozos-, no se compacta bien y tiende a dejar bolsones de aire que luego favorecen la reacción de Maillard o ardido del grano, perdiendo significativamente valor nutritivo.
En el caso de los sorgos, el proceso de ensilado mejora sustancialmente su calidad, aumentando notablemente la digestibilidad, pero siempre y cuando el material haya sido previamente partido. Si quedan granos enteros éstos pasarán a las heces.
La cosechadora y el silaje de grano húmedo. Cuando se cosecha un lote con destino a silaje de grano húmedo, el equipo más utilizado en la Argentina es la cosechadora de granos, ya sea axial o convencional, con trilla agresiva y dejando de lado el gran cuidado en separación y limpieza de la máquina.
La embolsadora de granos con quebrado de los mismos en una sola operación, es la máquina más utilizada. Con ella se bajan costos operativos y disminuyen las pérdidas durante la etapa de extracción y suministro del mismo. Las bolsas, al tener menor frente expuesto, son más adecuadas para almacenar este tipo de ingrediente energético que generalmente compone un bajo porcentaje de la ración, lo que ayuda a disminuir su degradación aeróbica en el referido frente expuesto. Es factible ensilar granos húmedos en sistemas de silos aéreos, considerando la taza de extracción aplicada para considerar las posibles pérdidas durante la extracción y suministro. Y no olvidar que los silos de grano húmedo son muy susceptibles a la degradación aeróbica, por lo que se debe ser muy preciso en el tapado y sellado de los mismos.
El uso de inoculantes bacterianos enzimáticos en el ensilado de granos con alto contenido de humedad está indicado como una práctica recomendable para promover la calidad nutricional de este tipo de materiales durante el periodo de almacenaje y al momento de comenzar con la extracción y suministro del mismo.
Especialistas encontraron en snaplage de maíz que el uso de inoculantes bacterianos enzimáticos (Lactobacillus más encimas celulolíticas), mejoró la calidad nutricional aumentando significativamente el contenido de proteína bruta (PB), almidón y la digestibilidad de la materia seca (DIVMS). También observó una disminución significativa del contenido de fibra (FDN y FDA), un aumento en la DIVMS (lo cual indica una reserva de mayor valor nutritivo) y una mejora en la calidad fermentativa a través de una disminución significativa del nitrógeno amoniacal (NH3-N) y del valor del pH de este material.
Las ventajas y desventajas de esta técnica de conservación se resumen a continuación:
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