n nuestro país la cría del ñandú se encuentra en vísperas de crecimiento y aún no está posicionada en el mercado interno. En lo que respecta al cuero, la falencia yace en la ausencia de producción industrial de manufacturas de alta calidad las cuales garantizarían una extraordinaria rentabilidad económica.
Es un cuero de gran calidad por su suave textura y alta resistencia al cuarteamiento, endurecimiento y resecado. La piel del ave tiene un porcentaje de grasa mayor a otros tipos de cueros comúnmente empleados en la industria, lo que le otorga ductilidad y flexibilidad que permiten el desarrollo de los mejores y más lujosos productos. También resulta muy utilizado como producto exótico en la confección de marroquinería y vestimenta de alto nivel.
El avestruz es la especie de ratite (grupo de aves no voladoras al que pertenece el ñandú) que produce el cuero de mayor tamaño, este rinde hasta 14 pies2 por animal. En cambio, el ñandú rinde unos 6 a 7 pies2 (aproximadamente 1 m2) de cuero de buena calidad. El cuero del cuerpo presenta un singular aspecto debido al diseño que le dan los folículos de las plumas, generando un puntillado formado por los pequeños orificios uniformemente distribuidos.
Las patas de las ratites se hallan cubiertas con un cuero muy similar al de los reptiles y, con un procesado posterior, puede utilizarse en la realización de apliques para marroquinería. La extracción de dicho cuero es simple y brinda un producto en forma de banda de 30 a 50 cm de longitud por 6 a 8 cm de ancho. El valor de este subproducto se estima en un 60% del valor de la piel.
La calidad del cuero depende en parte del tamaño de este, de la forma, densidad y tamaño de los folículos de las plumas, de las características del curtido y teñido, y de la ausencia de defectos como cortes y desgarros. El aumento de la superficie de la piel incrementa su valor y la disminución de la densidad de folículos lo disminuye. Su textura depende, entre algunas variables, del clima donde fue criado y de la nutrición del animal.
En el caso del ñandú, al no estar totalmente desarrollado aún el mercado de sus cueros, los estándares de calidad no están establecidos, pero se están desarrollando en el centro de investigaciones de cueros del INTI diversos estudios y análisis de laboratorio que competen al conocimiento de propiedades y parámetros de calidad.
Entre los años 2001 y 2003 el CITEC comenzó a desarrollar técnicas sobre la piel de ñandú y a obtener un conocimiento de dicho animal y diversos artículos de cuero. Luego, en el 2008 en conjunto con el INTA Balcarce se trabajó en lograr un mayor conocimiento sobre las pieles de ñandú y el mejoramiento de los procesos de curtido; actualmente, se está llevando a cabo el proyecto “Desarrollo de una Unidad Productiva de Terminación Artesanal” en donde se experimentan variables del proceso de terminación del cuero y de realización de manufacturas, tanto zapatería como marroquinería.
La situación actual de la producción de manufacturas confeccionadas con cueros de ñandú aún está en desarrollo e incluso podría decirse que recién comienza la primera etapa en este rubro.
En cuanto a la exportación de productos manufacturados en este cuero aún no se conocen datos, solo existe actualmente el comercio regional de estos.
Para lograr una buena economía a partir del cuero de ñandú hacen falta algunas decisiones políticas que permitan crear infraestructura. Es necesario un interés nacional para el desarrollo de estas actividades y una definición política de volcar esfuerzos en el desarrollo de objetivos claramente definidos. Es necesaria una programación inteligente, que requiera de la unión y capacitación de los productores para generar la creación de una cadena de comercialización adecuada con agregado de valor en los productos.
Cadena de valor de la carne y cuero de ñandú y choique-INTA