De sabor fresco, picante y algo amargo, los rábanos poseen muchas propiedades beneficiosas, y una de las que más destaca es la de proteger nuestro sistema hepático, gracias a los glucosinolatos (los componentes azufrados de este vegetal). Los rábanos aportan pocas calorías y muchos nutrientes, lo que los convierten en una opción muy saludable para incorporarlos en nuestras recetas, por todo ello la OMS recomienda su consumo.
Existen distintos tipos de rábanos. Los más conocidos en Occidente son los de piel roja con el interior blanco y el negro. El rábano japonés o daikon es el favorito en la cocina asiática. Y se prestan a formar parte de salsas, guisos o nutritivos batidos.
Los rábanos están compuestos en gran porcentaje por agua. Esto quiere decir que, además de ser bajos en calorías, mantienen hidratado el cuerpo y ayudan a eliminar toxinas. Los rábanos favorecen no solo al sistema digestivo, sino también los riñones, la vesícula, el hígado y el sistema circulatorio en general.
Gracias a los glucosinatos los rábanos cuidan del hígado y la vesícula biliar. Los glucosinolatos elevan la producción de bilis. Además, su consumo regular nos permite desintoxicar la vesícula biliar y aligerar las digestiones.
Rico en vitamina C, un importante antioxidante y una vitamina clave: ayuda al sistema inmunológico a protegernos de resfriados comunes, virus y bacterias.
Si pillamos un catarro o una gripe y tenemos mucosidad y congestión es una buena idea acordarnos de los rábanos, porque ablandan la mucosidad y favorecen la expectoración.
Tienen la propiedad de disminuir la congestión de las vías respiratorias. Así que los rábanos están indicados para las personas que sufren de asma, sinusitis o bronquitis.
Al contener bastante potasio protegen nuestra salud cardiovascular, porque el potasio ayuda a regular la tensión arterial.
Ricos en fibra, los rábanos nos hacen sentir saciados y así reducen nuestro apetito.
A pesar de sus múltiples propiedades y beneficios, los rábanos contienen indometilglucosinolato, sustancia que ejerce una acción hipotirodea. Por eso no deben consumirlos en abundancia las personas afectadas de hipotiroidismo.
Calorías: 14 kcal
Calcio: 40 mg
Hierro: 1,3 mg
Yodo: 16 mg
Magnesio: 11
Zinc: 0,13 mg
Vitamina C: 20 mg
La Vanguardia