egún los especialistas, lo más probable es que no se perciban grandes aumentos en los precios ganaderos durante los próximos meses. Así lo sostiene el consultor Víctor Tonelli, quien remarca que esto se debe a dos factores: por un lado, a que el consumo interno afronta precios elevados de la carne vacuna sin haber recibido un incremento acorde de sueldo; por el otro, aparecer varios inconvenientes en lo que respecta a la exportación.
Respecto del mercado externo, Tonelli subraya la importancia de que China compre grandes volúmenes de carne argentina tras los inconvenientes generados por la peste porcina africana. Sin embargo, el analista considera que, más allá del brote de coronavirus, la coyuntura pone obstáculos que no ayudan a que eso se haga realidad.
En este sentido, explica que el aumento exponencial del precio de las carnes en China tuvo un gran impacto sobre la inflación interna, que en 2018 fue del 2% anual, lo que provocó que el gobierno eliminara todo tipo de financiación a pequeños productores, que fueron los que pagaron los mayores precios durante 2019.
Asimismo, el gigante asiático colocó en el mercado cerca de 100.000 toneladas de carne de stock. “Una oferta interna aumentada, menores posibilidades de financiación y retracción del consumo por altos precios, frenaron la furia importadora y cambiaron los términos del negocio”, afirma Tonelli.
Ante ese escenario, muchos importadores chinos salieron a negociar con los proveedores porque no les podían pagar lo que habían acordado. Este proceso, que sucedió durante los meses de diciembre y enero, provocó pérdidas de US$1.500 por tonelada de carne vacuna y, en casos extremos, directamente no se pagó la mercadería.
Las empresas exportadoras argentinas tenían la esperanza de que esto se resolviera luego de los festejos del Año Nuevo chino, pero apareció un nuevo nubarrón en el horizonte que complicó aún más la situación: el brote de coronavirus, que hizo que las líneas marítimas que trasladan las carnes deban descargarlas en puertos de países cercanos a China.
“Si se controlara la difusión del coronavirus se podría pensar que los embarques se normalizarían a partir de marzo, pero con precios inferiores a los de la primavera de 2019. En cambio, si el coronavirus sigue cobrando vidas, nadie arriesga cómo será el comercio de carnes en los próximos meses”, remarca Tonelli.
Por último, el consultor hizo hincapié en que seis contenedores con destino a China poseen un valor de alrededor de un millón de dólares. “El riesgo de corte de la cadena de pagos puede comprometer la salud económica de muchos consignatarios, productores y frigoríficos argentinos”, concluye.