Se aproxima el inicio de la campaña de trigo 2021 en toda la región agrícola, y al momento de decidir la siembra, hay varios aspectos a considerar que pueden modificar el resultado del cultivo y también de la secuencia trigo-soja de segunda, a través de buenas estrategias de manejo en trigo.
En ese sentido, el ingeniero agrónomo Jorge Fraschina del INTA Marcos Juárez, Córdoba, se refirió a la planificación de estrategias de manejo, haciendo hincapié en la elección de variedades y el comportamiento de los cultivares.
El especialista repasó el comportamiento de varios materiales comerciales de trigo, de acuerdo a ensayos efectuados por diferentes unidades del INTA, con importante experiencia en el cereal.
“Es fundamental conocer el comportamiento esperado de una determinada variedad frente a las principales enfermedades de cada región”, destacó Fraschina.
“Hay que considerar la susceptibilidad actualmente observada en patologías de difícil control como fusariosis de la espiga; roya negra o del tallo y roya estriada o amarilla”, ejemplificó.
Asimismo, para el técnico del INTA Marcos Juárez, también es muy importante en una buena estrategia de manejo en trigo, el volumen de rastrojo que se ofrece para la siembra del cultivo de soja de segunda.
“Es necesario atender, en función del ambiente de producción, el exceso de rastrojo de trigo que puede dificultar una buena implantación de la soja de segunda siembra”, explicó. “Por eso debemos estar atentos a esta situación cuando elegimos el material de trigo”, advirtió.
El conocimiento disponible sobre el comportamiento de las variedades de trigo en el período siembra-espigazón y los programas disponibles -como CronoTrigo o Progsit- permiten una mejor elección de cultivares con características de ciclo que los favorezca.
Al referirse al posible daño por heladas durante la espigazón del trigo, Fraschina destacó que el momento de polinización es el de mayor sensibilidad a las bajas temperaturas.
“Si el registro de helada no supera el umbral de -1ºC durante dos horas, tanto el riesgo como el posible daño, podrían ser compatibles con una mejora en el resultado del doble cultivo”, señaló.
“El efecto de la ocurrencia de una helada en el momento de espigazón-antesis en trigo, es de difícil predicción y evaluación, y no hay variabilidad genética debidamente identificada con probada tolerancia a este tipo de estrés abiótico”, apuntó.
En la mayoría de los casos, el especialista, informó que “el daño depende de la magnitud de la helada, del estado fenológico del cultivo y de su posibilidad de compensación”.
Por otro lado, el técnico del INTA Marcos Juárez dijo que hay experiencias en ambientes de alta productividad de trigo, en la región central norte, donde se anticipó la espigazón y cosecha de trigo para favorecer una siembra más temprana de soja.
“Hay productores que incursionan en siembras tempranas de trigo, espigando hacia fines de septiembre, con muy buenos resultados en la secuencia”, afirmó.
“Esto significa asumir un mayor riesgo, pero que quizás no es tan alto, considerando que las últimas heladas en muchas partes de la región (central norte) suelen ser moderadas a suaves y con menor duración”, remarcó.
Para Fraschina, una correcta selección de la variedad y su fecha de siembra, sumada a una adecuada fertilización, son factores fundamentales que, para adecuadas estrategias de manejo en trigo, ayudando a mejorar los resultados del cultivo.
“Es necesario considerar la expectativa de rendimiento de acuerdo al ambiente de producción”, destacó. “Por eso es importante elegir una variedad de trigo y su fecha de siembra para cada caso, y discutir sobre la calidad de trigo que se desea producir”, agregó.
En esa línea de trabajo, el especialista se refirió a la problemática más generalizada referida a la necesidad de corregir la deficiencia de nutrientes, principalmente de nitrógeno, fósforo y azufre.
“La idea de calidad de ambiente para la secuencia trigo-soja, necesariamente considera varios aspectos agronómicos como la combinación suelo-clima de una región, los años de rotación, la disponibilidad de nutrientes en el sistema y la presencia de napa, entre otros aspectos”, sintetizó.
El ABC Rural