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Muchos se mostrarán sorprendidos al leer o escuchar acerca de las bondades de la gastronomía sueca. Sin embargo, no está de más destacar que la cultura culinaria escandinava está repleta de delicias, como los Lördagsgodis, unos exquisitos dulces de caramelo que usualmente se comen los fines de semana, en el marco de la comodidad del hogar.
El trasfondo de la tradición de los Lördagsgodis es bastante inusual. La costumbre comenzó en Suecia a fines de la década del cincuenta, como parte de un proyecto del gobierno local que buscaba prevenir la aparición de caries en los niños. El profesor Richard Tellström, historiador y experto en Alimentos de la Universidad de Uppsala, comenta que hace unos años no estaba permitido comer dulces los días de semana, de modo que se guardaban para disfrutar exclusivamente los sábados y domingos.
Cabe destacar que las golosinas de caramelo se introdujeron en el país a mediados de los ochenta, período en el cual aumentó notablemente su consumo. Actualmente, el mismo asciende a 15 kilos anuales per cápita. ¡Una barbaridad!
En palabras de la editora de Real Scandinavia, Annika Hipple, es difícil afirmar que la idea de comer estos dulces únicamente los fines de semana haya logrado reducir de manera drástica el consumo de alimentos nocivos para la dentadura, aunque claramente se convirtió en todo un emblema sueco. Según ella, esto se debe a que disfrutar de estas golosinas exclusivamente sábados y domingos hace a la costumbre algo por demás especial, por lo que hay que esperar hasta cinco días.
Si bien no hace falta vivir en Suecia para practicar la tradición, es necesario aclarar que la misma –valga la redundancia– no conlleva a ningún beneficio para la salud, más allá de que permite controlar el consumo de dulces, siempre y cuando no se produzcan excesos los fines de semana.
La narradora visual Lola Akinmade Åkerström comenzó a practicarla junto con su familia, sirviendo importantes platos repletos de bombones de chocolate, ositos de goma, caramelos y malvaviscos los sábados. Por su parte, en su nuevo hogar de Nueva York, la ilustradora gastronómica Johanna Kindvall retoma la costumbre que tenía de niña, guardando sus mejores dulces para comer los fines de semana.
Una de las situaciones que más le llaman la atención desde que vive en los Estados Unidos es la poca variedad de caramelos que se venden en las tiendas. Entre sus favoritos de la Gran Manzana, se destacan el regaliz salado de Sahadi’s (Brooklyn) y Economy Candy (Lower East Side).
En el restaurante Stockhome de San Francisco, administrado por los suecos Andrea y Roberth Plaj, se importan dulces tales como gomitas, regaliz salado, chocolates e incluso “pescaditos”. Aquí, tanto niños como adultos pueden disfrutar de una enorme variedad de golosinas, ideales para pasar el rato en casa con color, sabor y dulzura en el marco del confinamiento a causa de la pandemia de COVID-19.
Entre las mejores tiendas para adquirir esta clase de productos en el gigante de Norteamérica se distinguen:
Ubicada en Nueva York, cuenta con importantes selecciones para “escoger y mezclar”, muy fieles a la tradición sueca. Los dulces más solicitados son los "píos" de frutilla y las gomitas con forma de huevos fritos. También sobresale la sugerencia de la casa, llamada Grown-Up, compuesta por exquisitos chocolates, turrones y delicias afrutadas.
La tienda, ubicada en Lincoln (Nebraska), cuenta con una amplia selección de diversas variedades de regaliz y sorbisar, unos discos de caramelo con frutilla ácida y regaliz negro.
Con sede en Norwalk (Connecticut), comercializa los dulces de las mejores marcas internacionales. Se trata de una tienda danesa que también vende golosinas de la emblemática firma Lakrids by Bulow.
Esta tienda de dulces neoyorkina de importante diseño ofrece miles de opciones para mezclar, combinar y regalar, además de dulces festivos. También comercializa cajas de obsequio prefabricadas en distintos tamaños y sabores.
Es una tradicional tienda de ruta conocida por sus particulares dulces. Actualmente, la nieta de su fundador, Stephanie Stuckey, trabaja en función de revivir las costumbres golosas estadounidenses. Entre sus productos más solicitados, se encuentran el rollo de nueces, el maní quebradizo y el Goo Goo Clusters.
