Si bien las hierbas aromáticas se pueden cosechar durante todo el año, todas tienen un momento ideal: las propiedades y el aroma de las especies perennes como el romero son más intensos durante el verano. En el caso de la albahaca, aumenta la concentración de aceites antes de la floración, mientras que para la manzanilla o la lavanda lo ideal es cosecharlas inmediatamente posterior a su apertura.
Una vez finalizada la cosecha, busque un lugar seco y aireado, alejado de la luz directa del sol y sin humedad.
El horno de la cocina es otra opción: coloque las hierbas sobre una rejilla a baja temperatura (33ºC) y con la puerta entornada.
Las hierbas aromáticas pueden conservarse en el freezer (perejil, salvia, cilantro y albahaca); con azúcar; en sal (romero, tomillo y salvia); con vinagre (estragón francés y romero); y en aceite (eneldo, albahaca, perejil, cilantro).