El trigo es un cereal que se ha cultivado y producido en la República Argentina con un alto porcentaje de exportación hasta la década de los años noventa. A partir de ahí la producción de trigo disminuyó considerablemente, pues los agricultores se dedican mayormente a la siembra de soja con innovaciones tecnológicas.
Sin embargo, un dato interesante es que aun así, la producción y exportación mundial del trigo influye en gran medida en el conjunto de la economía nacional y que esta producción se concentra en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, y Córdoba, aunque también se realiza en La Pampa y Entre Ríos
La harina de trigo es una producción muy importante para la economía de los países que lo producen e implica múltiples fases de elaboración que requieren diversidad de recursos.
La harina de trigo se emplea como materia prima para conseguir otros productos como galletitas, panes y pastas.
Proceso de producción: el proceso de producción de la harina de trigo tiene seis etapas y a través de éstas, se obtienen harinas de diferentes tipos. Para la fabricación de pan, de pastas alimenticias o de galletas.
Siembra: el trigo puede ser sembrado en diferentes épocas. Los llamados trigos de invierno se cultivan en otoño y precisan de un periodo extendido de bajas temperaturas para crecer. Por el contrario, el trigo de verano se disemina en primavera.
La diferencia entre ambos tipos radica en que el trigo que se siembra en otoño otorga mayores rendimientos por el extenso periodo vegetativo.
Los expertos recomiendan que en las zonas más frías se cultive en una fecha intermedia. La razón es que si se inicia en la época temprana; se corre el riesgo de que la cosecha sufra las heladas tardías y si se espera, el grano puede ser chamuscado por los vientos cálidos del verano.
Un dato importante es que se reconoce que el trigo llega a su madurez, cuando la espiga varía de color verde al tono blanquecino o amarillento. Cuando el grano no se deja cortar transversalmente con la uña, ha madurado.
Cosecha: actualmente la cosecha de trigo se efectúa con una máquina automotriz; lo que permite ahorra tiempo y recursos económicos. Además, el uso de tecnología disminuye las mermas por desgrane. También es real que, en campos de siembra de tamaños pequeños, aún se usa el procedimiento manual.
Con posterioridad a la cosecha, los granos son trasportados hasta los silos, donde se almacena antes de iniciar el proceso de transformación.
En este primer eslabón, hay que tener en cuenta que los trigos fuertes tienen la propiedad de producir harina para elaboración con productos de gran volumen, buena textura de la miga y cualidades de conservación; además poseen gran cantidad de proteínas.
Por el contrario, los trigos flojos dan harina con la que únicamente se pueden obtener panes pequeños con miga gruesa y abierta y mínimo contenido en proteínas. Este tipo de harina, si bien no es apropiada para usar en panificación; es ideal para galletas y pastelería.
En los molinos, se aparta y limpia el grano para posteriormente pasarlo por la molienda. De esta forma, el grano es reducido y cernido.
En la siguiente etapa se le adicionan aditivos para mejorar la calidad y a continuación se lo embala, quedando convertido en harina.
La harina de trigo puede comercializarse en el mercado interno, siendo consumida en el interior del país o en el mercado externo; pues se realiza la exportación de granos a distintos países.
El circuito productivo de la harina de trigo es extenso; se inicia con la siembra de las semillas y termina cuando el producto final elaborado ingresa a los hogares o comercios para ser consumido.
Infoagro