os productores de soja de primera que estén obligados a vender en el momento de cosecha no harán buen negocio: los US$228 por tonelada que se ofrecían esta semana para la posición mayo permitirían cambiar la plata o perder en campos alquilados, si se alcanzan rindes normales en la zona núcleo. Este precio es el menor de los últimos cinco años: en febrero del año pasado, el entonces Mercado a Término de Buenos Aires permitía asegurar US$239, mientras que en igual fecha de 2018 se prometían US$295 mientras que, durante 2017, se podían conseguir US$264 por tonelada.
Las causas de este fenómeno se adjudican tanto al brote de coronavirus en China como a las cosechas récord que se esperan en Brasil.
Una de las pocas herramientas para evitar estos precios tan bajos sería la venta más temprana, por ejemplo si se pudiera entregar producto en marzo, "que permitiría obtener un precio de US$228 más US$5 de premio en ventas forward ofrecidas a mitad de semana", indica Sebastián Olivero, consultor de la firma INTL FCStone. Si no se puede vender temprano, el especialista recomienda evitar la época de entrega masiva y esperar algún repunte como consecuencia del mercado climático en EE.UU. y de compras de China, si consigue controlar la difusión del coronavirus.