La bajante del río Paraná, que en junio registró su peor nivel desde 1944, continúa generando pérdidas en el sector productivo. El caudal decreció de tal manera que la cobertura de agua en el Delta del Paraná, que normalmente es del 40%, no supera el 6% en la actualidad.
En las últimas horas, el Gobierno comunicó la creación de un Fondo de Emergencia Hídrica por una suma de US$1.000 millones, que será destinado a las zonas perjudicadas de las provincias de Buenos Aires, Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Misiones y Santa Fe.
Dicho fondo se utilizará para tareas en las tomas de agua sobre el río Paraná y arroyos interiores; la compra de bombas y dragados para tomas de agua; la adecuación de canales; cañerías de conducción y aducción e impulso; y pontones para tomas temporarias.
En un encuentro encabezado por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, se estableció que sea el Ministerio de Obras Públicas de la Nación el encargado de garantizar que las partidas aseguren, entre otras cosas, el abastecimiento de agua potable.