La última resolución del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) establece un tope de cinco hectáreas para los productores que deseen añadir plantaciones a partir de 2022. Dicha decisión no sólo provocó un debate interno en el sector, sino que también generó inquietudes entre los consumidores.
En este contexto, el presidente del INYM, Juan José Szychowski, expresó que “tanto la producción de materia prima como la provisión de yerba mate elaborada se encuentran ampliamente garantizadas”.
Asimismo, señaló que “en los depósitos de la industria existe un stock de 248 millones de kilos; es decir, el equivalente a casi diez meses de consumo, tanto para el mercado local como para las exportaciones”.