Bruno Vasquetto: “La agroecología requiere un cambio mental y de paradigma”

Por Agroempresario.com

Si existe alguna característica que refleja a los productores agropecuarios en nuestro país es, sin duda, la versatilidad, la capacidad  y la adaptación al cambio permanente. No sólo están acostumbrados a lidiar con el clima cada vez más cambiante, políticas intervencionistas, volatilidad de precios o mercados inestables, sino que además buscan permanentemente cuidar el recurso suelo como factor fundamental para cualquier producción del sector.

Bruno Vasquetto es ingeniero agrónomo y propietario de El Mate, un establecimiento de 320 has ubicado en Adelia María, Córdoba. A raíz de un ahogo financiero por malas cosechas de soja y maíz y percibiendo un constante deterioro ambiental, decidió en 2013 hacer un cambio radical en la explotación para pasar de la agricultura a la ganadería regenerativa buscando de esta forma una producción agroecológica.

Hoy, la principal actividad de la empresa familiar es la producción de novillos de exportación terminados a pasto. Entran a El Mate como terneros pesados de 200-220 kg en febrero-marzo y luego de un año en pradera llegan a los 420 -450 kg. A diferencia de la agricultura, no tiene gastos importantes, pero sí requiere de un cambio mental y de paradigma: “Cambiar la forma de pensar el sistema tradicional, ese es el gran desafío”, sostuvo.

En relación a la ganadería regenerativa, el cambio se dio a fines de 2013 para los primeros lotes que salían de agricultura, continuando en el 2014 con los últimos. “El concepto básico es imitar el comportamiento de pastoreo de los herbívoros en la naturaleza  Si uno observa el comportamiento del rumiante ve que comen en bloque por un período corto y luego van moviendo”, nos contó Vasquetto. Esto trae como beneficio la fijación de carbono por parte de las pasturas.
Se sembraron praderas con base de alfalfa y se fueron sumando con los años por el buen manejo, varias especies nativas de muy buen contenido forrajero. “A lo largo del tiempo, van apareciendo especies muy interesantes. Hoy, son una interacción entre lo que se sembró inicialmente y las que fueron apareciendo con los años”, añadió el productor.

En el caso de El Mate, no hacen rotaciones pero tranquilamente las podrían realizar con agricultura ya que, después de 6 años, se cosecha con el grano toda la fertilidad que se generó con las pasturas y los animales volcándose en una mayor producción. La única forma de lograr una agricultura sostenible es rotando con pasturas y ganadería.  

Con respecto al manejo, no sigue una línea específica sino que complementa el sistema de pastoreo de rotación Voisin con el manejo holístico de ganadería regenerativa de Allan Savory, aprovechando de esta manera las ventajas de cada uno. Hoy tienen más de 200 parcelas pequeñas en todo el campo y los animales permanecen horas en las mismas. “Hoy estamos pastoreando en parcelas de entre una y media hectárea con 800 animales que comen dos de esas fracciones por día. Eso hace que todo el bosteo y el orín quede muy concentrado en un sector y ayuda a que el suelo pueda ciclar nutrientes y mejorar su calidad”, nos explica.
Si bien no suplementan para la terminación de los novillos, sí recomienda que de haber silo o granos se realice dentro de la parcela que están los animales ese día para que la fertilidad quede distribuida en la parcela y no en un corral. 

Bruno Vasquetto también asesora a productores y establecimientos y en sus charlas recomienda que el productor no esté “con la soga al cuello” para realizar el cambio. “Muchas veces los productores nos endeudamos -sobre todo en los últimos seis años donde han aumentado mucho los costos productivos - y los chicos o medianos cuando tienen una mala cosecha quedan muy complicados financieramente. Si uno puede ver los sistemas agroecológicos como una alternativa viable para aplicarlo a su empresa que lo empiece a hacer cuando está bien financieramente así la transición se da en una forma tranquila”, aconsejó. 

Según nos cuenta, la agroecología tiene dos grandes pilares: 1) está basada en la tecnología de proceso; entonces, al haber bajo costo es muy difícil que te vaya mal. Este tipo de sistemas dan estabilidad y resiliencia. 2) La diversificación donde se pueden combinar distintas producciones como por ejemplo: ovinos, bovinos y aves; forestación y ganadería; fruticultura y ganadería. Se empieza a abrir una puerta muy grande de diversificación en la misma superficie. 

En relación a esto, El Mate también tiene producción ovina pero con un destino regional aprovechando el turismo cordobés y su gastronomía. Siente que es una lástima que los ovinos no tengan el desarrollo de mercado como ocurre en otros países ya que es una especie rústica, adaptable y es una excelente opción para los productores que no tienen los recursos necesarios para la ganadería. “Hoy, la principal limitante es la falta de frigoríficos en muchas zonas del país y la integración de la cadena. No tenemos la costumbre de comer cordero en cortes trozados como el cerdo o bovino haciendo perder el valor de la cadena. La gran mayoría de los corderos se comercializan como cordero parrillero, como los que comemos para las fiestas o en algún evento, y el mercado va orientado a eso. Si queremos que el mercado explote, tenemos que lograr el procesamiento para encontrar los cortes en las carnicerías”, sostuvo Vasquetto.

A menor escala, producen pollos parrilleros y ponedoras. Su idea es tener un producto que puedan comercializar directamente e innovar con la producción agroecológica de pollos y huevos.  “Tuvo muy buena aceptación en los consumidores y hoy estamos lejos de poder abastecer la demanda potencial que tenemos”, cerró.