Gustavo Marangoni: “En la condición fiscal que se encuentra la Argentina, sería muy voluntarista plantear la eliminación de las retenciones”

Por Agroempresario.com

El Dr. en Ciencias Políticas, Gustavo Marangoni, fue secretario de Agricultura, Jefe de Gabinete de Ministros de la provincia de Buenos Aires, presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires y, además, docente en la Universidad de Belgrano, UCES y Universidad del Salvador.

En una entrevista en exclusiva para Agroempresario.com, dialogamos sobre la situación política y económica del país, sin dejar de mencionar las medidas tomadas por el gobierno que afectan al sector agropecuario. 

- Luego de la reunión entre el ministro Julián Domínguez, algunos gobernadores y la Mesa de Enlace, el gobierno se comprometió a abrir parte del cepo a las exportaciones de carnes, ¿cree que fue una medida netamente política?

Es una corrección parcial de una medida -a mi criterio- desafortunada que se tomó meses atrás, por lo tanto todo lo que trate de volver a la situación original es bueno, independientemente de los motivos que lo impulsan que, sin duda, están vinculados con el calendario electoral.
Lo interesante era no profundizar en el error. Si bien las ventas al exterior, tanto del año pasado como este, venían muy bien, constituía un desincentivo o una mala señal al resto del complejo agroindustrial y a todos los que buscan también previsibilidad en las reglas de juego. La idea es siempre buscar un equilibrio entre mercado interno y mercado externo pero hay otros caminos y andariveles que se pueden probar. 

- Con respecto a las retenciones a las exportaciones de granos, ¿considera que es un impuesto distorsivo que atenta contra la propiedad privada de la renta?

Hay que establecer una visión completa de toda la película. En la condición fiscal que se encuentra la Argentina, creo que sería muy voluntarista plantear la eliminación de las retenciones al maíz o soja que son una fuente de ingresos importantes y además en este momento coexisten con un tipo de cambio más competitivo que otros años y con buenos precios internacionales. Sí creo que hay que ir reduciendo prácticamente a cero la totalidad de las otras retenciones. Hay que establecer un sendero que, a medida que Argentina vaya normalizando su situación fiscal y teniendo una serie de cuentas ordenadas en lo interno, en el flujo de dólares que ingresan al país y al banco central, esas cuestiones debieran ir privilegiando las economías regionales, y dejar para el final a aquellos segmentos que son los más poderosos desde el ámbito fiscal y que tienen más espalda para soportar. 

- Hubo ejemplos como el caso del maíz donde se demostró que bajando las retenciones se promocionó la producción, el agregado de valor y la recaudación generando un círculo virtuoso.

Hay que tener una mirada práctica; plantear la eliminación de los derechos de exportación a la soja y al maíz en el plano inmediato no es otra cosa que una manifestación de deseo. Pero sí hay que realizar un sendero de reducciones graduales que vayan incentivando la producción. Además, comprender que la gallina de los huevos de oro se aplica a todo el complejo agroalimentario y realmente es el sector más globalizado de la economía argentina. Contiene mayor información y tecnología desde el grano en adelante a medida que avanzamos en la cadena de valor de lo que muchos dirigentes políticos suponen; y obviamente es la gran generadora de divisas que es la necesidad número uno del Banco Central y cualquier administración del tesoro en Argentina. 

Hay que tener una mirada muy profunda de sociedad sector-público/sector-privado que sean compensados en materia fiscal, y no sólo a nivel nacional sino que hay que tener una mirada integral con provincias y municipios, ya que hay una serie de gravámenes que, en el mejor de los casos, son molestos; y, en el peor de los casos, anti productivos.  

- Como ex presidente del Banco Provincia, con Bs. As. tan vinculada al sector agropecuario, ¿qué medidas tomaría para incentivar la producción teniendo en cuenta la situación del sector público bancario?

Desde el punto de vista crediticio, se puede hacer mucho desde la propia banca pública. El pasado lo demuestra y hemos tomado el concepto de cadenas de valor considerando a los distintos integrantes de la cadena para que puedan acceder al crédito que de otra forma no accederían. Insisto en el tema a nivel provincial y municipal de tasas que no tienen ninguna contraprestación ni servicio y que influyen negativamente en el ámbito productivo. Un elemento no menor es la infraestructura; parte de lo recaudado de los derechos de exportación debería ir  destinado a rutas y caminos vecinales que con condiciones climáticas adversas impiden la salida de la producción de los campos. Todo esto no se puede hacer en un día, pero si uno marca un sendero de confianza en el contexto de un plan plurianual, puede tomar medidas en el orden crediticio, fiscal, de infraestructura y eliminación de algunas regulaciones que vienen de tiempos que no se adaptan. Sobre todo el tema de incentivar la incorporación de tecnología que, si bien se da naturalmente en el sector, habría que incentivarlo con herramientas del sector público; redundaría en mayor recaudación, trabajo, conocimiento y más exportaciones. 

Creo que plantearnos un horizonte de 150 millones de toneladas de exportación está a la vuelta de la esquina y podríamos tener objetivos más ambiciosos y que no necesariamente pasan por la industrialización. A veces decimos que hay que exportar jugo de manzana pero tal vez podemos entrar a Estados Unidos por una manzana que se adapta al gusto americano y que tenga un precio más conveniente que el que podría ser un jugo. Eso hay que ir observándolo en cada una de las provincias y hacer foco en la zona núcleo. También hay que sostener a sectores como el sector lechero que está muy castigado y con condiciones muy adversas. 

- ¿Resulta inexorable una devaluación importante en el tipo de cambio oficial dada la enorme brecha con el dólar paralelo y los otros tipos de cambio?

Sí, a uno le gustaría plantear el escenario virtuoso que la brecha se reduzca y que no sea a partir de la suba del piso del tipo de cambio nominal. Pero si hablamos con honestidad intelectual, sabemos que en algún momento de los próximos meses va a tener que haber una serie de medidas. Lo ideal sería que fuese dentro de un programa que no sólo involucre el acuerdo con el fondo internacional, sino que sea un programa de estabilización global que también incorpore el tema de las brechas. Sabemos que con una brecha del noventa y pico por ciento, la economía no puede funcionar, es absolutamente inviable. 

Hay que buscar una serie de incentivos para que lo que ocurre con la Ley de Hidrocarburos ocurra para el conjunto de la economía. Hay que hacerlo más temprano que tarde porque si esas correcciones no se hacen rápido por las buenas, se hará  por las malas y todos sabemos lo que representa una modificación abrupta del tipo de cambio. Cuando uno corre atrás de los acontecimientos, impacta en el precio de lo que paga la población en todos los órdenes, genera estrés y cuestiones sociales que, lamentablemente, los argentinos conocemos por haberlos tenido muchas veces en las últimas décadas. 

- ¿Cuál debería ser el rol de los gobernadores ante la  situación de debilidad del poder ejecutivo luego del resultado de las PASO?

Me parece que contribuir a la gobernabilidad. Nuestro país es muy particular, las partes de las Argentina son más estables que el conjunto del país. En las provincias hay liderazgos nítidos, situaciones más ordenadas, disciplina fiscal que es mejor que la de Nación. Creo que los gobernadores deberían tener, en la próxima etapa, responsabilidad que no debe circunscribirse netamente a lo declarativo sino un importante esfuerzo en materia fiscal. Esta pulseada permanente por más ingresos es un juego en el que pierden todos; cuando uno ve el curso de evolución del empleo público en las provincias, es el único que ha crecido en los últimos dos años. Ahí también hay responsabilidad por parte de los gobernadores y los municipios. 

Siempre se plantea, y con razón, que hay que tener un reparto equitativo de los recursos federales pero también tiene que venir con un planteo de responsabilidad fiscal y con incentivos. En  algún momento tendrán que poner arriba de la mesa qué hacer con el impuesto más distorsivo que tiene la Argentina a nivel provincial que son los ingresos brutos, que hace décadas se viene discutiendo y requiere responsabilidad para simplificar la estructura impositiva. 

- En caso de mantenerse el resultado de las PASO en noviembre, ¿qué escenario político-social y económico percibe?

Habrá que ver como resuelve la coalición oficialista la fractura que ha quedado evidenciada después del resultado de las primarias. Uno también diría, dentro de lo políticamente racional, que debería haber un acuerdo político gobierno-oposición; pero para que eso suceda tiene que haber un acuerdo intragobierno porque si no es muy difícil buscar acuerdo con la oposición. Hoy tenemos una suerte de triángulo escaleno con tres lados desiguales que son Cristina Fernández, el presidente Fernández y la nueva figura Juan Manzur. 

Veremos qué pasa con este triángulo, si el más pequeño crece hacia noviembre o a la inversa. También qué pasa con los argentinos de tener un liderazgo de gestión por un lado, un liderazgo político por el otro y un jugador que uno sospecha que tiene algunas ambiciones adicionales si los resultados de noviembre acompañan. Si no acompañaran, la catarsis que hemos visto las semanas anteriores se intensificarán y habrá que ver de qué lado se resuelve: si por el eje Guzman- Kulfas que plantean elementos más amigables con el mercado o con otras vertientes que son amigas de más regulaciones y presencia estatal.