El gobierno holandés presentó un plan de 25.000 millones de euros para subvencionar a los productores de ganado y reducir radicalmente el stock de ganado en el país.
El objetivo es eliminar un tercio de los animales en los próximos 13 años -tanto ganado carnicero como lechero- y reducir los niveles de contaminación por nitrógeno. Pero el proyecto que el nuevo gobierno de coalición pretende llevar adelante se encuentra con la férrea oposición del sector agrícola.
Holanda es el mayor exportador de carne del continente europeo, con la densidad de ganado más alta de Europa, cuatro veces la del Reino Unido o Francia.
La Justicia holandesa falló en 2019 contra el Estado, encontrándolo omiso en el compromiso legal de la Unión Europea de reducir el nitrógeno producido por las actividades agrícolas e industriales.
En el caso del ganado, la fuente de contaminación es el estiércol mezclado con orina.
El plan del gobierno tiene un horizonte hasta 2035 y propone pagar a ganaderos para que se reubiquen o dejen de producir ganado, y a otros les ofrece financiar su transición de métodos intensivos a otros con menos animales en áreas más grandes.
Los grupos agrícolas quieren tiempo para reducir las emisiones a través de innovaciones tecnológicas.
Holanda no es el único país de Europa que enfrenta una crisis por las emisiones del ganado, y los analistas del sector sugieren que Dinamarca, Bélgica y Alemania pronto tendrán que considerar acciones similares.