Buen panorama para el girasol: el cultivo tendrá la mejor siembra en 15 años

La secretaría de Agricultura de la Nación publicó sus primeras estimaciones agrícolas oficiales de siembra para la campaña gruesa 2022/23. Según el informe de la cartera, para el girasol se espera una mayor superficie implantada, aunque preocupan la falta semillas y las restricciones de humedad. Maíz y sorgo mantendrían un área estable.

De acuerdo a los datos del Gobierno, la siembra de girasol se inició en la primera semana de agosto en el Chaco y el norte de Santa Fe, donde los lotes de barbechos oportunos pudieron ser sembrados en profundidad y avanzan en buen estado general diferenciando sus primeras hojas. 

En estas condiciones, el cálculo de superficie del cultivo es optimista: 2,2 millones de hectáreas, un 10% más que las 2 millones del ciclo pasado, que aportaron una producción de 4 millones de toneladas. "Se trataría de la mayor superficie en 15 años, ya que hay que remontarse a las 2,6 millones de hectáreas de la campaña 2007/08 para encontrar un valor superior", destacan desde el sector. 

La estimación se alinea con el crecimiento de la superficie proyectada por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y la Asociación Argentina de Girasol (Asagir). “Las favorables perspectivas para la oleaginosa se deben a los buenos precios y las buenas expectativas climáticas, con un año que se estima neutral a seco pero donde el cultivo tiene un mejor desempeño relativo”, detalla el documento.

Respecto al maíz, la cartera comandada por Juan José Bahillo resaltó que “los primeros sondeos indican que el área a implantar con este cultivo (destino grano, silaje, uso diferido, etc) durante la campaña 22/23 podría totalizar un nivel similar al alcanzado en la campaña pasada, dependiendo de la ocurrencia de las lluvias necesarias para permitir las labores de siembra”.

En este caso, el cálculo oficial supera las estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario y de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, que prevén una reducción del área destinada a este cultivo provocada por la falta de lluvias y la suba de costos.

En cuanto al sorgo, la estimación preliminar para el área a sembrar indica que “no sufriría modificaciones con respecto a la campaña pasada”.