n jardín es un espacio de recreación, descanso, disfrute y conexión con la naturaleza. Si tenemos el espacio suficiente, anexar árboles pequeños es lo ideal. Qué mejor recomendación que el Acer buergerianum o arce tridente, que aporta su color furioso sin ocupar mucho espacio.
Este árbol asiático, plantado en tierra, no supera los 4/7 metros de altura. Se adapta a vivir en maceta siempre y cuando la maceta sea bastante generosa (mínimo 60x60).
Le gusta el suelo levemente ácido, con buen drenaje y una humedad moderada. Puede vivir a pleno sol y a semisombra también.
Lo ideal es abonarlo orgánicamente cada dos meses hasta el otoño. Cuando esté terminando el invierno hay que podarle las ramas secas o débiles y las que nos incomoden para circular.
Se puede combinar con otros árboles de colores otoñales que pueden vivir en maceta, como el Ginkgo biloba, que tiene un tono amarillo, y el Rhus typhina, rojo y anaranjado fuerte. También se puede combinar con otros árboles que toleran vivir en maceta y no pierden las hojas, como el níspero y el Ficus alii.