La operación fue con la sociedad Proener S.A.U, filial de la sociedad argentina Central Puerto SA, una empresa de capitales nacionales que cuenta con una trayectoria de más de 100 años en la industria energética.
A partir del impulso de sus principales accionistas – Guillermo Reca, la familia Miguens-Bemberg y Eduardo Escassany- diversificó sus negocios y adquirió los activos forestales de Masisa en el país.
De esta manera, la empresa se convierte en la principal empresa argentina en el sector forestal, mercado en el que mayormente operan compañías de capitales extranjeros, señala en su publicación EconoJournal.
Fernando Bonnet, gerente general de Central Puerto afirmó «en CP hemos tomado la decisión estratégica de invertir en todas aquellas industrias en las que el país presenta claras ventajas comparativas. Es así que nos complace anunciar la adquisición de los activos forestales de Masisa en Argentina”.
La compañía sigue dando pasos para el fortalecimiento de su presencia en Argentina. En ese sentido, Bonnet agregó: “Estamos analizando alternativas de inversión alineadas con la tendencia mundial de desarrollar proyectos innovadores que elevan el desempeño ambiental de las empresas y contribuyen a los objetivos globales de descarbonización”.
Para la compañía chilena, la operación les permitió renunciar “en buenas condiciones de un activo que no estaba totalmente alineado con nuestro plan estratégico, y a la vez salir de un mercado complejo y con alta volatilidad”.
Según detalló la compañía en el hecho esencial enviado a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) de Chile, el precio de la transacción es de US$ 69.364.162, el que fue pagado el mismo martes, y que después de la correspondiente retención de impuestos, significó un ingreso de caja para Masisa de US$ 60 millones en su cuenta corriente en Nueva York.
Asimismo, se indicó que la transacción tendrá un efecto neto negativo en el patrimonio de Masisa de alrededor de US$ 43 millones producto principalmente del efecto cambiario por el hecho de que el valor libro de las filiales de Masisa se contabiliza a tipo de cambio oficial en Argentina. Además, la compañía deberá reversar las reservas de conversión patrimoniales asociadas a las referiadas filiales argentinas con cargo a resultado del ejercicio, por un monto de alrededor de US$ 202 millones, informó el sitio económico chileno DF SUD.
Es decir, según se precisó en un comunicado, a pesar de que la transacción se realizó en buenas condiciones, generando un ingreso de caja relevante para la compañía, se reconocerá una pérdida contable por una sola vez en el resultado del ejercicio por un monto aproximado de US$ 245 millones, cual no representa flujo de caja y obedece principalmente a la devaluación acumulada del peso argentino desde que Masisa fuera dueña de dichas sociedades.
La adquisición de los activos forestales de Masisa Argentina implican a Central Puerto la incorporación de más de 72.000 hectáreas de campos con potencialidad forestal, distribuidos entre las provincias de Entre Ríos y Corrientes, de las cuales aproximadamente unas 43.000 hectáreas se encuentran plantadas con eucalipto y pino.
Argentina tiene una de las tasas de crecimiento más altas no solo de la región, sino del mundo: los árboles crecen aproximadamente diez veces más rápido que en el hemisferio norte.
Es por eso que el sector forestal en el que ingresa Central Puerto proporciona uno de los negocios con mayores ventajas competitivas y mayor potencial de crecimiento como generador de divisas de la Argentina.
También puede significar una fuente de oportunidades de negocio futuras ligadas a bonos de carbono y generación de energía con biomasa.
La venta se presente como una excelente noticia para el cierre del año 2022, continuando con el negocio con nuevas metas para el equipo consolidado que deja Masisa y Forestal Argentina en la región. Puerto Central se convierte con esta operación en la principal empresa argentina en un sector donde la mayoría de las compañías con grandes extensiones forestales eran las extranjeras.
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