La trichinellosis es considerada una enfermedad de notificación obligatoria establecida por la normativa oficial. Por tal motivo, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) establece las maneras de atender las notificaciones de la enfermedad, el registro de sospechas y brotes.
La triquinosis o trichinellosis es una enfermedad parasitaria endémica. Es causada por larvas de nematodes del género Trichinella, que afectan al ser humano, mamíferos domésticos, silvestres, aves y reptiles. Se trata de una zoonosis que se transmite a las personas de modo accidental, por la ingestión de carne o derivados cárnicos, crudos o mal cocidos, que contienen estas larvas.
En Argentina, la principal fuente de infección para el ser humano es el cerdo doméstico, aunque también existen otras, como el jabalí, cerdos asilvestrados o el puma. Con respecto a los cerdos domésticos, la parasitosis está estrictamente relacionada a las condiciones de su crianza, especialmente con la alimentación y presencia de animales sinantrópicos (por ejemplo, ratas) en el criadero o en basurales cercanos.
Si bien el cerdo es la especie que se encuentra involucrada con mayor frecuencia en la ocurrencia de casos humanos, también se registran brotes originados por el consumo de carnes de animales silvestres –generalmente en forma de chacinados y embutidos sin control bromatológico o de carne fresca insuficientemente cocida–.
En nuestro país, los hábitos de crianza de cerdos en forma domiciliaria (traspatio) sin las condiciones adecuadas de higiene y alimentación propician la propagación y el mantenimiento de esta parasitosis. Esto se asocia, a su vez, con la faena domiciliaria o casera sin control sanitario, que trae como consecuencia la oferta de alimentos de riesgo para quienes los consumen (carne curada, ahumada, cruda o insuficientemente cocida).
Las personas se enferman al consumir carne cruda o insuficientemente cocida o productos elaborados con carne de cerdo o de animales silvestres, principalmente jabalíes y pumas, que contienen en sus músculos larvas de parásitos del género Trichinella. Por eso, es también considerada una enfermedad transmitida por alimentos (ETA).
Una vez que las personas ingieren productos parasitados, las larvas se liberan en el estómago, continúan su ciclo en el intestino y luego de reproducirse, migran por el torrente sanguíneo hacia los músculos, donde se alojan y pueden provocar fiebre, diarrea, hinchazón de párpados, vómitos, picazón en la piel, dolores y dificultades motrices.
Esta enfermedad tiene un fuerte impacto negativo en la salud humana. El cuadro clínico es muy variable y puede ir desde una afección asintomática hasta cuadros más graves, dependiendo del número de larvas ingeridas y del estado inmunológico del huésped.
Para las personas consumidoras de productos porcinos y derivados (o carne proveniente de animales silvestres como el jabalí y el puma), el Senasa recuerda algunas de las principales recomendaciones para prevenir esta enfermedad transmitida por alimentos.
-Consumir la carne de cerdo bien cocida, cocinándola hasta que desaparezca el color rosado y el jugo (entendiendo que el salado, el ahumado o la cocción en microondas no matan al parásito. Tampoco el congelado).
-Adquirir los productos derivados y chacinados (como jamón, panceta, longaniza y chorizos) solamente en comercios habilitados y verificar que tengan rótulo en el que figuren los números de registro del producto y del establecimiento elaborador.
-No consumir productos de origen desconocido, sin etiquetas o adquiridos en comercios que no estén habilitados por una autoridad bromatológica local o provincial.
Es importante que ante la sospecha de sintomatología compatible con esta enfermedad se realice una consulta médica para realizar un diagnóstico temprano.
El Senasa recibe comunicaciones de casos humanos y animales positivos a la digestión artificial por parte de los ministerios de Salud de la Nación y de las provincias, y del agro además de laboratorios privados, municipales y/o provinciales, también de frigoríficos con y sin habilitación del Senasa. Por otra parte, cualquier persona responsable o interesada puede notificar la sospecha de una enfermedad detectada en animales, a través de los siguientes canales:
•En las oficinas del Senasa –comunicándose personalmente o por teléfono–.
•A través de la app “Notificaciones Senasa”, disponible en Play Store.
•Enviando un correo a [email protected]
La actuación inmediata permite minimizar las consecuencias, optimizar la intervención y controlar enfermedades antes de que se diseminen (a través de nuestro portal web se puede solicitar información pública).
Ante la notificación de una sospecha de triquinosis, el Senasa lleva a cabo las investigaciones epidemiológicas necesarias para determinar el origen del foco y realizar las acciones correspondientes que establece la normativa vigente.
Para más información, las personas interesadas pueden comunicarse al correo electrónico [email protected].