Acuicultura en Argentina. La abundancia de nuestros mares no deja ver la potencialidad de esta industria

La abundancia en el mar, impide profundizar en un camino con un potencial de crecimiento enorme, y un mercado de la demanda de productos, en expansion.

Varios países siguen por el mismo camino. Lejos de discutir la calidad del producto, avanzan en la acuicultura como una forma de producir productos del mar.

En esa dirección, el Centro de Innovación en Acuicultura Sostenible ha lanzado un registro para la Cumbre de Acuicultura Sostenible que se llevará a cabo los días 16 y 17 de mayo próximos en la ciudad de Glasgow, Escocia.

El objetivo es reunir expertos y tomadores de decisiones de todas las áreas de producción de productos del mar para compartir conocimientos y trabajar para dar forma a la dirección futura del sector, con tres ejes principales: salud de los peces, innovación con impacto y alimentos sostenibles.

Abordarán temas como la visión a largo plazo de la acuicultura, donde habrás discusiones estimulantes y desafiantes con expertos del sector, de acuerdo a lo que han informado los organizadores.

En la Argentina se vienen desarrollando distintos emprendimientos referidos a la acuicultura. No es casualidad que el máximo organismo de la pesca argentina sea la “Subsecretaría de Pesca y Acuicultura”.

Tal vez los más tradicionalistas de la pesca piensen en “pesca O acuicultura”, cuando claramente se debe pensar en “pesca y acuicultura”.

Uno de los claros ejemplos que siempre reflejamos a través de PESCARE es lo que ocurre con Ecuador, que hoy en día le pelea palmo a palmo el liderazgo de su economía con el petróleo. Sin ir más lejos, hace algunos meses ya nos lo había contado Carlos Beltrán, representante en Mar del Plata de la empresa DPAustral, quien tras su visita al país gobernado por Guillermo Lasso, nos contó su experiencia y el crecimiento que no se detenía en materia de acuicultura.

Hace apenas tres meses la Universidad de Buenos Aires (UBA) acordó con la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, promover actividades relacionadas con la acuicultura, para realizar en forma conjunta estudios y proyectos de investigación, más la participación en cursos de grado y posgrado.

Sin dudas que es una parte del camino, como lo entendieron provincias como Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Chaco, Neuquén –por citar algunas- ¿y Buenos Aires? Pareciera brillar por su ausencia en esta materia.

Hace apenas unas horas dábamos cuenta que China había cambiado su demanda, no en cantidades, sino en su consumo. Esa modificación en sus hábitos tiene que ver con que la también creciente demanda de productos del mar, se ha inclinado hacia los productos de cultivo, sin diferenciar las calidades.

“El vannamei parece una goma de borrar, lo tirás al piso y rebota”, le dijo un alto funcionario en una charla informal a este medio. Y tal vez tenga razón. Pero los mercados, sobre todo el chino, Estados Unidos, España y varios europeos, ya no buscan la calidad óptima e incomparable de los productos del Mar Argentino.

Lo que se extrae de nuestro mar, más la forma de procesamiento, hacen que los productos argentinos sean de una calidad prácticamente única y reconocida a nivel mundial, pero ante el cambio de las economías de muchos países, sumado a la poca apreciación cualitativa de los consumidores, nuestro país se queda atrás: precio por encima por la calidad.

Por eso se debería bregar por más emprendimientos productivos en una provincia justamente productiva por donde se la mira, no solo en referencia a la pesca. La referencia es obviamente hacia la provincia de Buenos Aires, que es desde donde nacen diversas preguntas y algunas respuestas: ¿no hay inversionistas? Sí, los hay. ¿No hay apoyo de parte del Estado con programas? Sí, los hay. ¿No hay donde “colocar” los productos? Sí, lo hay.

En apenas tres preguntas, hay tres respuestas afirmativas, aunque lamentablemente desde algún sector bonaerense “hacen la plancha” a la hora de mostrar proyectos e interiorizarse por los puertos productivos referidos a la pesca.

Creemos qe a veces la abundancia del mar argentino, hace perder el foco del crecimiento y potencial de la acuicultura. Ya hace 30 años hubo un emprendimiento de truchas, en las aguas surgiente y manantiales, algunos kilómetros antes de la ciudad de Balcarce, pegado a la estación terrena de comunicaciones. Un verdadero complejo de lodge de pesca, pero principalmente de cría y reservorio de truchas arco iris, llevado adelante por el Med.Vet. Jose Palmisciano. Es evidente, estaba tan adelantado que la situación venidera en materia económica en la década de los ’90 y todos los acontecimientos posteriores, impactaron de lleno, en esa actividad.

La acuicultura goza de un potencial enorme, frente a la pesca natural, las condiciones se están dando, la demanda es creciente, pero aún el empresario, o algunos de ellos, no los ve.

Pescare.com